La agencia universitaria de Irán (Isna), aseguró que el canciller iraní Kamal Jarazi se comunicó telefónicamente con su par británico, Jack Straw, y le dijo que “la opinión pública iraní espera la liberación de Soleimanpour y de los dos periodistas iraníes detenidos en Irak”, en referencia a Said Abutaleb y Soheil Karimi, detenidos el 1 de julio por soldados estadounidenses que los acusan de haber "infringido la seguridad".
De esta forma, por primera vez desde el comienzo de la crisis entre ambos países por al detención del ex diplomático, el conflicto se ubicó también en el marco más general de la intervención anglo-norteamericana en Irak.
La tensión aumentó especialmente durante esta semana, luego que el viernes pasado un tribunal de Londres le negara la excarcelación a Soleimanpour, por los “graves delitos” por los que se lo imputa en Buenos Aires: haber “conspirado” para concretar el atentado terrorista que dejó 85 muertos y decenas de heridos graves.
Luego de los balazos a la embajada británica en Teherán, Irán llamó a consultas a su embajador en Londres, mientras el Foreign Office británico anunció ayer que el personal no esencial de su embajada y las familias de los empleados estaban autorizados a abandonar Irán en forma voluntaria. Según Israel, fue un libanés
A la crisis internacional por el caso AMIA se sumó en las últimas horas un documento oficial del Estado de Israel, que confirma a la Justicia argentina la información de inteligencia según la cual el suicida que se inmoló al mando de la Trafic-bomba que se usó en el atentado fue el libanés Ibrahim Hussein Berro.
Según fuentes de la causa, el gobierno israelí confirmó que los datos filiatorios de Berro y su domicilio en el Líbano que figuran en el informe que la secretaria de Inteligencia del Estado (SIDE) coinciden con sus propios registros sobre terrorismo.
La familia de Berro vivía en 1994 en el barrio Al—Ouzai de Beirut, Líbano, para esa época, 8 hermanos de Ibrahim se habían inmolado en ataques contra objetivos israelíes.
Esta información coincide con el testimonio de un comisario retirado de la policía bonaerense, Miguel Alfredo Barcia, quien recientemente ratificó en el juicio oral a la supuesta “conexión local” del atentado que antes del mismo pasó al menos una noche en una mezquita vinculada a Moshen Rabbani “un libanés” que decía que sus hermanos eran muhaidines (guerreros de la Guerra Santa).
En el mismo informe, Israel negó una información que indicaba que Berro había muerto en el sur del Líbano y no en Buenos Aires. Las fuentes consultadas indicaron que esto también es importante, porque descarta informes de inteligencia contradictorios, que el mismo juez Galeano pidió aclarar en varios exhortos internacionales enviados a Israel y Líbano en marzo pasado.