La condena en contra del buscador, uno de los más grandes y conocidos del mundo, se centró en el hecho de que Google permitió a distintas empresas vincular anuncios publicitarios a slogans o palabras claves con una marca registrada, obligándosele a poner fin a la práctica en 30 días.
Según distintos analistas el fallo del tribunal es uno de los primeros casos en donde el titular de un término registrado vence una causa contra una sociedad de Internet sobre la práctica de permitir a los inversionistas usar palabras "protegidas" en un texto publicitario.
El caso que originó la sentencia se dio cuando el dueño del nombre "Bourse des vols" (mercado de vuelos), una agencia online demandó al buscador tratando de impedir que competidores puedan comprar publicidad utilizando ese término y enlazándolo a sus páginas.
Por su parte, desde Google anunciaron que apelaran la medida ya que estimaron que las palabras no estaban protegidas y que se trataba de una cuestión tecnológica que no podía ser resuelta.