Según pudo confirmar DiarioJudicial.com, los fiscales federales Jorge Álvarez Berlanda y Gerardo Pollicita denunciaron a un empleado de la Procuración General de la Nación por enviar un anónimo a la Fiscalía Federal 1, con denuncias contra el titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), Sergio Massa y el fiscal Federal Guillermo Marijuán.
El anónimo llegó en un sobre enviado por Correo Argentino a la fiscalía de Álvarez Berlanda, quien inició una investigación preliminar por la que se identificó a la persona que había despachado el sobre, que resultó ser un empleado de la Procuración, Martín Vidal, que revista en la oficina de Notificaciones.
Los fiscales interrogaron a Vidal, quien enseguida admitió que el anónimo se lo dio para su envío su jefe, el Fiscal General Adjunto de la Procuración, Eduardo Miragaya, tal como publicó ayer Página 12.
Del incidente se enteró el Procurador General, Nicolás Becerra, quien obligó a Miragaya a interrumpir sus vacaciones en Punta del Este para explicar la situación, confirmaron fuentes de la investigación.
Así, Miragaya se presentó ante los fiscales federales el jueves último, con un escrito en donde admitió que el sobre sin remitente pasó por sus manos, pero aseguró que se lo dio Lisandro Cabo, un gerente de la ANSES y que desconocía su contenido.
Con el escrito de Miragaya y las constancias de la investigación previa, hoy Álvarez Berlanda y Pollicita presentaron una denuncia contra el empleado Vidal, que –admitieron en Comodoro Py 2002- apunta directamente contra Miragaya. La denuncia quedó radicada en el juzgado federal 6, de Rodolfo Canicoba Corral, con la intervención del secretario Miguel Ambrosio.
Pero la denuncia de los fiscales se cruzó con otra de Miragaya, quien los denunció por los delitos de “abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes de funcionario público, abuso en el desempeño de su profesión y violación de secreto”.
También denunció a Marijuán, titular de la Unidad Fiscal de Investigaciones de la Seguridad Social (Ufises), por “represión de actos u omisiones discriminatorias”, según la ley 23.592.
En la denuncia que Miragaya envió a las salas de prensa, se dice que Álvarez Berlanda debió denunciar el contenido del anónimo y remitirlo a la Cámara Federal para que se inicie una investigación. Según el fiscal general, en cambio, el adjunto de la Fiscalía 1 le entregó una copia a Marijuán.
Según se confirmó, junto con el anónimo llegó abrochado un papel donde se le advertía a Berlanda que la denuncia contra Massa no se hacía ante Marijuán porque éste es “amigo” del titular de la ANSES.
También cuestionó a Álvarez Berlanda porque, junto a Pollicita “se encargaron de perseguir al cartero y tapar la denuncia”. De paso, a uno lo señaló como quien le pidió "interceder" ante otra fiscal en una causa en la que se encontraba indagado por la desaparición de una suma de dinero y al otro como interesado en el resultado de una denuncia contra una importante sala de juegos. En ambas, por su falta de "cooperación" -dice- se ganó "el correspondiente pase de factura".
Los dos fiscales federales fueron los encargados de a través de una declaración testimonial, de obtener la particular “confesión” del empleado, que apuntó directo a Miragaya.
A Marijuán, en tanto, lo denuncia por haber separado de su cargo transitorio en la Ufises a Patricio Pizzoglio, quien es el novio de Julieta, la hija de Miragaya. “Decile a tu suegro que te pague el sueldo” dice el fiscal general que le dijo Marijuán a su yerno. En Py, en cambio, niegan el diálogo.
Según confirmó el mismo Miragaya, la denuncia quedó radicada ante la Cámara del Crimen, que la envió al juzgado de Alberto Baños. Aunque se trata de funcionarios públicos, el adjunto a la Procuración aseguró que debe tramitarse en otro fuero porque “ya que de instruir la causa un Juzgado Federal caeríamos en la misma trampa”.
“Si acá vemos que un fiscal tapa y obstruye una denuncia, y estos fiscales tienen relación estrecha y directa con el juez federal, podrá vuestra excelencia imaginar el destino de esta causa”, atacó Miragaya.
Desde el cuartel de los fiscales federales, en tanto, se evaluó la denuncia de Miragaya como “una reacción desesperada”.
Lo cierto es que el escándalo está lejos de detenerse, al caer la tarde, tanto en los tribunales federal como en la Procuración se coincidía en que las movidas judiciales de hoy eran apenas las primeras, y se esperaba que el Procurador Becerra volviera a tomar cartas en el asunto.