Será este ministro -ayer no pudo ocultar su satisfacción al punto que filtró varios off de record, algo inusual en él- en sudoble función de presidente de la Corte y del Consejo, quien tendrá a su cargo transmitir la oferta de paz de la Corte. Paraello Nazareno dirá que la Corte nunca tuvo la intención de agraviar al Consejo y que espera recibir, en un marco de respeto institucional, los problemas que aquejan a este organismo para ser analizado por el máximo tribunal.Posteriormente la Corte abrirá un canal de diálogo más fluído aunque algunos ministros se quejaron porque desde el Consejonunca nadie pidió una audiencia para aclarar situaciones complicadas como las que los ha enfrentado ultimamente.
Sin conocer esta decisión de la Corte, voceros de larepresentación parlamentaria en el Consejo lamentaron que ese cuerpo haya abierto un compás de espera de una semana a fin deevitar un enfrentamiento frontal con la Corte, al reconocer que "por el momento no hay signos vitales de querer arreglarse" lasituación desatada a partir de la polémica acordada 4/2000. Estas fuentes confirmaron lo anticipado por Diario Judicialsobre la existencia de intensas negociaciones "a nivel de asesores" de ambos órganos del Poder Judicial, pero se quejaron porque los contactos no se hubieran efectuado a otro nivel. "Enla Corte creeen que el Consejo puede esperar in eternum que se les conceda una audiencia". Estos contactos fueron pedidos por la segunda línea de la Corte y de inmediato acudieron asesoresdel Consejo.
Ese endurecimiento por parte de los ministros del alto tribunal, habría provocado que algunos de los integrantes delConsejo, que hasta hace unos días planteaban una política conciliadora y la búsqueda de un consenso que de por terminada la crisis, también se hayan encolumnado en un postura de mayordureza. Sin embargo, algunos consejeros parecieran no tener toda la información de quien es quien en el más alto tribunal. "Se dio una semana para resolver el conflicto en el ámbito quecorresponde. La Corte sabe que nosotros no somos los agresores y ha decidido esta política hóstil, sin darse cuenta que ellos son los equivocados". El miércoles de la semana pasada elConsejo, durante una reunión plenaria, aprobó un duro documento rechazando la mencionada acordada, y convocó a una reunión extraordinaria para el viernes en la que se definirá suposicionamiento. Pero, hasta ahora, el enfrentamiento solo se ventiló por los diarios, por lo que se espera que se concreteuna salida negociada al conflicto.
Los sectores mas radicalizados del Consejo proponen llevar el enfrentamiento hasta las últimas consecuencias, incluyendo unpedido de juicio político para los integrantes de la Corte. El senador justicialista Carlos Branda (ver reportaje) se pronunció en ese sentido, mientras que el aliancista MelchorCruchaga advirtió hoy que "a mi no me van a correr por izquierda, porque nadie pidió más juicios políticos que yo para la Corte". Más allá de estas chicanas, ni en el Senado conmayoría peronista, ni en las cercanías del presidente Fernando De la Rúa se quiere llegar a una situación extrema que expondría al país y a las instituciones a una grave crisis.