Si bien la norma aún debe ser aprobada por los senadores, se descuenta que la misma será sancionada en razón de que es impulsada por el Poder Ejecutivo en base a que, según explican, los esfuerzos de 30 años para crear una sociedad multiétnica fracasaron.
La nueva ley dará ocho semanas de plazo a los residentes una vez que sean notificados de que deberán dejar el país, aunque desde el gobierno holandés aclararon que nadie que corra un serio peligro será expulsado del país, a raíz de que algunos asilados políticos son originarios de zonas en conflicto como Afganistán, Chechenia y Somalia.
Una vez que la Cámara alta aprueba la norma, se ofrecerá billetes de avión y dinero para agilizar la repatriación y en principio los 26.000 afectados tendrán ocho semanas para abandonar el país o serán llevados a un centro de detención.