En ese sentido, la acusada destacó que ella siempre practicó "el acompañamiento a la muerte" de los pacientes pero sólo después de haberlo consultado con ellos y sus familiares.
Asimismo, agregó que su único fin fue permitir a sus pacientes la posiblidad de morir en forma digna sin tener que pasar por situaciones de dolor, temor o sufrimiento".
El caso llegó a la justicia cuando un informe evidenció que también se administró fuertes dosis de anestésicos a pacientes que no estaban en fase terminal y que, en algunos casos, podrían haberse salvado.
Sin embargo desde la fiscalía recordaron que la jurisprudencia admite la ´eutanasia pasiva´, es decir, el cese de tratamientos destinados únicamente a prolongar la vida cuando el enfermo manifieste claramente su deseo de que así se haga.