01 de Julio de 2024
Edición 6996 ISSN 1667-8486
Próxima Actualización: 02/07/2024

In Voce

 
AUSPICIOSO. Con total éxito comenzaron los cursos de capacitación de posgrado a distancia en el campus virtual de Diario Judicial. Un proyecto que llevó muchos meses de preparación y puesta a punto para que sea una propuesta a la altura de nuestros lectores cortó su cinta inaugural el pasado 19 de Mayo con sus dos primeros cursos: Nueva Ley de ordenamiento laboral y Sociedades: Estructuras Legales para el Desarrollo de Actividades Comerciales y Civiles. Romper la botella de champagne sobre la PC a modo de bautismo podía ser un poco peligroso, pero los responsables de la criatura no se privaron del callado festejo: Gerardo Pangué Benussi, Lucía Götte y nuestra directora Analía Zygier. En tiempos en que la capacitación ha dejado de ser una decisión optativa, el que no se actualiza permantentemente pierde casos, clientes y prestigio. Son muchos los que se reciben de abogados o contadores, pero no todos tienen las respuestas que les interesan a los clientes, por eso hay que capacitarse más allá del título universitario. El curso a distancia también significa un desafío docente. No se trata de mandar casettes como en los viejos cursos de inglés que se escuchan mientras se duerme, o grabar linealmente una exposición que llega en video. Los cursos de e-learning de Diario Judicial implican el trabajo de docentes, pedagogos, técnicos y programadores para aprovechar las enormes potencialidades de esta modalidad. Un agradecimiento especial a los profesores de estos primeros cursos, que se animaron a hacer el aprendizaje y la adaptación de sus saberes desde una estructura universitaria tradicional a una plataforma interactiva y de variados recursos al servicio de la enseñanza: Rodolfo Capón Filas, Susy Bello Knoll, Lucas Malm Green, Facundo Biagosh, Albert Chamorro Hernández y Martín Tobía González. También a los integrantes del comité académico, todos hombres de reconocidos pergaminos en la educación presencial que intuyen en internet un canal de grandes potencialidades para que el conocimiento llegue a mucha más gente: Germán Bidart Campos, Eugenio Zaffaroni, Daniel Sabsay, Norberto Spolansky, Juan Carlos Fernández Madrid y Ricardo Nissen. Es que la posibilidad que da la red de democratizar el conocimiento, pudiéndolo acercar a mayor cantidad de gente es de estricta justicia. Como la Argentina no termina en la General Paz (nuestros lectores del interior nos lo recuerdan constantemente y son los principales impulsores de este proyecto), la Federación Argentina de Colegios de Abogados, con una conducción realmente proecupada por los matriculados de todo el país, ha dado su decidido apoyo a esta iniciativa. Ver cursos 2004.

MATICES. La palabra corrupción se ha convertido en un término multifunción. Depende en boca de quien, acusando a quien y dirigido a quien puede ser un arma letal o simplemente una chicana para embarrar la cancha. Uno de sus antídotos, la transparencia, corre una similar suerte, atada siempre a quien tenga de protagonistas. Con lo cual tanto la corrupción como la transparencia dichas así simplemente, son sólo palabras. Un buen paso práctico por parte del gobierno, es la de delegar en las universidades parte del control de la actividad estatal y de paso hacerlas cumplir un rol social que las ayudará además a balancear mejor su presupuesto. No por ello el tema de las auditorías, en la que siempre el Estado aparece como un inmejorable cliente, va a dejar de ser un negocio próspero. Así parece ser el interés generado por la convocatoria de las auditorías sobre los estatales bancos Nación y Provincia para los que hay un presupuesto de casi 3 millones de dólares (U$S 1,7 por el trabajo en el BNA y U$S 1,2 millones por el de BAPRO), en cumplimento de una de las tantas metas comprometidas con el Fondo Monetario Internacional. En el lote de las glamorosas empresas siempre interesadas en tan arduo trabajo se destaca la firma Deloitte. Curiosamente un hecho vinculado a esta consultora tuvo como epicentro un ríspido tironeo en el Colegio de Auditores de la Auditoría General de la Nación donde al parecer un expediente con casi una década de trámite apareció entre la circulación de firma de los que allí deciden. La disyuntiva era mandarlo al archivo o a la justicia federal. Lo que era un tema menor de un incidente dentro de un expediente, terminó por poner sobre el tapete cuál puede ser el interés de no remitirlo al lugar donde se acumulan todas las pruebas, que es obviamente el juzgado. Es que en esos tribunales todavía, aunque Bagnasco no esté más sigue el trámite de uno de los escándalos mayúsculos en la historia argentina, el caso IBM - Banco Nación. Algunos recordarán a Cattáneo, otros lo asociarán a CCR -la consultora ad hoc que le costó 37 millones de dólares a IBM por sus oportunos servicios-, pero seguramente muy pocos recordarán quién era la consultora elegida por Banco Nación para consumar el negocio: nada menos que la misma Deloitte, una de las top ten en el mundo. Otro tema que sigue dividiendo aguas en la Auditoría y también en la justicia es la cuestión del Megacanje (Megacaganje para la tribuna) en donde al parecer la Sala II de la Cámara Federal puso el ojo en la cuestión y como se acostumbra últimamente en las instancias revisoras de las alzadas penales, ordenó una serie de medidas de investigación para ver si se comprometió abusivamente el patrimonio del país, a través de una refinanciación que generó 55.000 millones más de deuda en la última gesta salvadora de Cavallo en el manejo de la sufrida economía criolla. Allí también los auditores públicos tuvieron enfoques distintos sobre el desempeño de los funcionarios responsables de ese acuerdo. Pero al parecer los camaristas Luraschi, Cattani e Irurzun leyeron con puntillosa atención los votos de los auditores Arias y Fernández que en una rara carambola de la política, siempre cruzada por lo que sucede en Tribunales, terminaron encolumnados en las posturas de la querella encarnada por el diputado del ARI Mario Cafiero y su líder natural Lilita Carrió. Pequeños detalles que en los diarios de todos los días no se ven.

BUENO Y MALO. El método de simplificar las opciones de opinión se ha convertido cotidianamente en un vehículo comunicacional válido para con las sociedades modernas. Incluso cuando muchos son concientes que el eje del debate puede ser una falsa dicotomía, todo tiende a posicionarse en blanco y negro, no quedando otra que encolumnarse en una u otra de las posiciones. Uno de los temas de creciente interés jurídico es el ya casi histórico tema de la droga dependencia y la persecución penal. Una nueva vuelta de tuerca en esta cuestión la acaba de dar días pasados el ministro Arslanián cuando tratando de sincerar el tema dijo que el aparato estatal “sólo estaba sirviendo para perseguir a los perejiles”, sin inquietar demasiado a los verdaderos pilotos del business de la droga. Lo cierto es que la tendencia en el mundo es que el Estado invierta una parte importante de los fondos que destina a la lucha contra el narcotráfico en andamiajes encubiertos con compradores ficticios que responden a las fuerzas policiales para después decomisar los cargamentos y los bienes de los narcos. Ya hace tiempo que el camarista Schiffrin de La Plata planteó, para escándalo de muchos, la despenalización del consumo como una manera de debilitar en parte a la red mafiosa que sostiene el crecimiento del negocio. Para tener una idea de lo que significa el tráfico de drogas, puede decirse que un Kg. de cocaína, que en Colombia o Bolivia se paga 1.500 U$S, en Italia se coloca a 50.000 U$S y en Suecia a 70.000 U$S. El negocio es evidentemente redondo y se hace más excitante aún si se piensa que según las estimaciones más serias, ese mismo kilo, al menudeo, cosecha hasta medio millón de billetes verdes. En la Argentina el tema de la droga está ingresando al debate por una vía inesperada, ya no por historias de tipo poliladron, sino que a través del amarillismo de los programas de farándula. Juan Castro, Cipolatti, Marta Minujín, Maradona y toda una saga de borderlines y personajes freaks del mundo del espectáculo, del deporte y de las empresas que pueden ser o no adictos (ya se sabrá en el futuro, si salen en los diarios por alguna crisis, desintoxicación, muerte o decomiso). El más reciente caso es el de Hernán Arrojo, un joven pionero en el tema de internet (aún antes de que llegara a la Argentina y que fuera burbuja) socio del multimediático Mario Pergolini y que fue encontrado muerto por sobredosis. Toda una movida en la moral de la gente común que en estos casos de ídolos y famosos, nunca clama por la penalización de la tenencia sino que enfoca la cuestión desde el lado médico y familiero. Y una contribución la que han motorizado tantos famosos adictos a los blancos polvillos. ¿La despenalización abriría la caja de Pandora o sería un remedio audaz para un problema incontrolable? ¿Vos de que lado estás?



alejandro s. williams / dju
Estimado colega periodista: si va a utilizar parte esta nota o del fallo adjunto como "inspiración" para su producción, por favor cítenos como fuente incluyendo el link activo a http://www.diariojudicial.com. Si se trata de una nota firmada, no omita el nombre del autor. Muchas gracias.

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