La nueva ministro juró por “Dios, la Patria y los Santos Evangelios", sin dejar de sonreir al sinfín de cámaras, colegas, familiares y amigos que se hicieron presente en la Sala de Audiencias de la Corte para ser partícipes de este hecho histórico, sin dejar de aplaudir ante cada suceso.
La ministra vestida de blanco contrastó con los trajes negros de los ministros, y luego de la ceremonia, saludó en el Salón de Embajadores y se dirigió posteriormente a la Asociación de Magistrados en donde compartió un brindis con unas 200 personas.
Recuerdan algunos memoriosos en el Palacio de Tribunales, que nunca un juramento convocó tanto público ni requirió tantos esfuerzos de seguridad por parte de la Policía Federal, dado que se encontraban en el edificio los ahorristas, acompañados por Nito Artaza, que suelen hacer su marcha semanal los días lunes, y que intentaron colarse a protestar en el cuarto piso del Palacio donde se realizaba el acto.
Highton, de 61 años, se especializó en temas de mediación y negociación y realizó diversos doctorados en las universidades norteamericanas de Harvard y Nevada, y llega a esta instancia tras una larga carrera en la Justicia que se inició en 1973, cuando fue nombrada defensora oficial en la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, hasta convertirse en camarista civil de la Sala F.
La única vez que una mujer integró la Corte Suprema fue en el marco de la dictadura, la designada por el presidente Roberto Levingston en 1970, fue Margarita Argúas, quien duró en el cargo pocos meses.