Muy al contrario de lo pretendido por las empresas, el fallo de los jueces expuso que el remedio a la piratería buscado por éstas llevaría a una revisión total de los estándares actuales de los derechos de autor, medida que fue calificada de "poco aconsejable".
En el pronunciamiento esta instancia judicial afirmó que corresponde al Congreso de los Estados Unidos trabajar sobre ese tema y entonces decidió dejar el asunto en manos de los legisladores.
Según el fallo la historia demostró, siempre, que con las nuevas tecnologías los mercados tienen una forma de corregirse a sí mismos y en base a esa afirmación se manifestó que era prudente que los tribunales actúen con cautela antes de alterar las teorías de responsabilidad para atender abusos específicos en el mercado.
Asimismo, el tribunal detalló que las redes de intercambio de archivos, como los aparatos de vídeo, no deberían ser ilegalizadas dado que tienen usos legales sustanciales basándose de este modo en precedentes establecidos en la década de 1980 cuando los estudios cinematográficos lucharon contra las copias ilegales.