La fiscalía sostiene que los dos imputados -acusados de detención ilegal- la noche del 6 de enero de 2002 obligaron a la joven de entonces 20 años a "permanecer contra su voluntad en el domicilio familiar” de la localidad de Terrassa, Barcelona.
El ministerio público, aseguró que los dos acusados llegaron a atar a la joven para evitar que abandonara el domicilio y pudiera ir a ver a su novio.
La oposición de los padres radica en que la mujer está casada con un compatriota que no vive en España y por ese motivo le negaban la posibilidad de mantener una relación extramatrimonial con el español.