El primer juicio comenzó el 28 de junio de 1994 y concluyó el 13 de diciembre de 1996, tras celebrarse 313 días de audiencias, en un juicio caratulado como el más largo de toda la historia judicial inglesa.
Ante tal decisión, ambos litigantes acudieron al Tribunal Europeo de Estrasburgo donde alegaron que ellos defendían su derecho a la libertad de expresión, además de acusar a la Justicia de su país de haberles privado de ayuda jurídica en el proceso que se llevó adelante entre 1994 y 1996 acusados en 1990 de difamación.
Ahora el Tribunal Europeo ha ordenado al Reino Unido a pagar a Steel y Morris un total de 35.000 euros y a ofrecerles un segundo juicio. Londres tiene un plazo de tres meses para recurrir el fallo. En su sentencia, el tribunal de Estrasburgo asegura que el hecho de que el Estado denegara ayuda legal a los acusados, una camarera de tiempo parcial y un padre soltero, había desequilibrado el juicio desde el comienzo.
El tribunal se expidió por unanimidad y consideró que debían haberse beneficiado de ayuda jurídica afirmando que “tuvieron que efectuar ellos mismos el grueso del trabajo jurídico necesario" en esta vista "excepcionalmente larga y compleja para defender su derecho a la libertad de expresión".
Además se invocó el Convenio Europeo de Derechos Humanos en sus artículos 6 y 10 sobre derecho a un proceso justo y a la libertad de expresión, y los siete magistrados que juzgaron el caso estipularon el pago de 20.000 euros a Helen Steel y de 15.000 euros a Dave Morris, en calidad de daños morales, y de 47.311,17 euros para costear sus gastos.