Comienzan a perfilarse para la presidencia de la Corte en la que se encuentra muy cómodo el riojano Julio Nazareno, ex socio del Estudio Menem en esa provincia y por esa condición -además de sus dotes de hábil negociador- pudo presidir el alto tribunal en momentos de serias turbulencias internas. Hasta ahora, habría dos posibles competidores: Antonio Boggiano y Enrique Petracchi. De los dos, quien se perfila con mayores posibilidades -a Boggiano le cuesta levantar el pesado cargo de la desaparición de una sentencia durante su gestión- es Petracchi por su "muñeca política" y porque podría arrastrar los cinco votos necesarios para ganar, sobre todo después del distanciamiento que atraviesa la relación entre Nazareno y Adolfo Vázquez (aunque él mismo tendría que reacercarse con Augusto Belluscio). Pero Petracchi tiene en su contra, su vinculación política con la ortodoxia peronista y con Eduardo Duhalde -su presidencia hubiera sido segura si triunfaba el ex gobernador bonaerense en las presidenciales de octubre- que le enajena votos de un sector del radicalismo y del gobierno. Pero tampoco debe olvidarse que este juez ingresó a la Corte después de provenir del Estudio Galante, quien durante el gobierno de Raul Alfonsín, se había convertido en el centro clave de muchas decisiones judiciales, ya que ese estudio fue el alfonsinismo, lo que una gestión posterior fue el Estudio Anzorreguy al menemismo. Si bien las fichas se jugarán hacia la primavera, con los primeros fríos del otoño comienzan los movimientos en la Corte para un cargo que adquirió mayor protagonismo después de la creación del Consejo de la Magistratura.
hugo morales / dju
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