La Comisión Electoral, que tardó 10 días en auditar los resultados de las elecciones que se realizaron el 15 de octubre, anunció este martes que el SI recibió el 78,59% de los votos contra el 21,41% de los electores que se opuso a la Constitución.
Este resultado no es ajeno al contexto político de guerra que vive el país. En Irak, la población esta dividida en tres etnias: los sunitas, sector minoritario y al que pertenece el ex dictador Saddam Hussein, encarcelado y atravesando un juicio por los crímenes cometidos durante su gobierno, los chiítas, la mayoría, y los kurdos, aliados de estos últimos.
Los sunitas se oponen al nuevo texto y a la presencia de los tropas de EE.UU. Se sienten discriminados políticamente con la nueva Constitución. Inclusive sus líderes denunciaron fraude en las elecciones. Por eso no se descarta que, con este resultado, alienten la insurgencia iraki.
Por su parte, los chiítas, apoyan la Constitución aprobada.
La Constitución propone un estado federal, dividido en tres regiones: una sunita, otra chiíta y una tercera kurda
El acto eleccionario se desarrolló sobre un manto de dudas en cuanto al futuro de la Constitución. Es que para que el texto fracasara se necesitaba que en tres de las 18 provincias de Irak el NO logre dos tercios de los votos. Esos resultados los obtuvo sólo en dos provincias.
La Constitución ya había sido aprobada por el Parlamento iraquí el pasado agosto apoyada por los chiítas y los kurdos.