Para la guerra, se encontraban el jueves a la
noche seis de los 10 jueces federales que quedan en la Capital Federal por las forzadas ausencias de Carlos Branda -destituido- y Norberto Oyarbide -en vías de serlo por el Senado. Es que los magistrados, claves en cualquier estrategia
política, estaban más que molestos por una operación de prensa de ese mismo día en un más que influyente matutino en los Tribunales. Le atribuían el origen de sus males al mismísimo
vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez a quien le asignan una muy amistosa relación con el columnista que les sugería que empiezan a apurar los juicios contra Víctor Alderete y María
Julia Alsogaray o se reiteran las presiones de pedidos de juicio político.
hugo morales / dju
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