En primera instancia se condenó a la empresa de ferrocarril, pero la víctima, por considerar exiguos los montos fijados apeló ante el Tribunal de Alzada.
El a quo condenó a la empresa respectiva a abonarle la suma de $13.300, con los intereses que prevé y las costas del juicio.
Efectuado el sorteo la Sala C de la Cámara Nacional en lo Civil fue la asignada para entender el recurso.
Allí se resolvió aumentar los montos fijados en los rubros incapacidad sobreviniente y daño moral. Se elevó el resarcimiento por el primero a $15.000 y por el segundo a $6.000, con costas de segunda instancia también a cargo de la demandada.
El vocal preopinante, Dr. Jorge H. Alterini sostuvo al respecto que “Es evidente que la ineptitud instalada en el actor, aunque no muy significativa en abstracto, es fácil imaginar que lo compromete de manera singular por la naturaleza de su actividad laboral. La correlación de la incidencia de la disminución física con el contexto familiar del accionante, me deciden a propiciar que se eleve el resarcimiento por este rubro a la suma de $15.000…”
“La Sala desde lejana data ha enfatizado en la función esencialmente resarcitoria de la reparación del daño moral, ya en el marco del art. 1078 o del art. 522 del Cód. Civ. (a partir de los precedentes: “Soria c/ López Suárez”, del 11-6-76 (E.D. 68-442); “Bauer c/ Dessein”, del 26-4-77 (L. 213.505); “Mil de Schneider c/ Baranowsky”, del 25-7-78 (L. 228.170)).
El dolor unido al evento, los sinsabores por la atención médica que impuso y la afección por el reintegro a las actividades habituales con menor capacidad física, explican que se eleve este apartado a la suma de $6.000.”
Descargue el fallo completo 20/06/2000