Diariojudicial.com: ¿Cuáles serían las causas y la magnitud de la contaminación en el Río Reconquista?
Mariano Aguilar: Existe causas orgánicas y causas inorgánicas. Las primeras se producen, puntualmente, por los dieciocho municipios por los que atraviesa el Río Reconquista, los que en su mayoría no tienen cloacas, por lo que, lamentablemente, arrojan sus residuos en el propio río sin ningún tipo de tratamiento. Esta situación es muy seria y grave, en especial por la cantidad de años que lleva ocurriendo esto. Por otro lado están los residuos inorgánicos, los cuales están compuestos por los afluentes que arrojan unas cuatro mil empresas al río. Hay empresas también que dentro del territorio hacen un desemboque sobre el río en horas nocturnas sin ningún tipo de control.
¿A qué zonas son arrastrados estos desperdicios por el río?
Esto sobreviene hacia el Río de la Plata por el Río Luján, afectando el frente del Rio de la Plata, razón por la cual consideramos que también la Ciudad de Buenos Aires está involucrada, en cierta medida, ya que constituye el 33% de la contaminación de la rivera del Río de la Plata.
¿Cuál es el origen de la causa judicial del Río Reconquista?
Ha sido tomado como ejemplo lo que ocurrió en la causa Mendoza (cuenca Matanza-Riachuelo), en la cual la Corte Suprema toma tan sólo la parte ambiental, pasando la parte de daños a un juzgado federal. Hay que tener en cuenta, a diferencia de la acción por el Río Reconquista, que dicha causa tiene un origen no ambiental, sino patrimonial, ya que Mosset Iturraspe está buscando más que nada la acción de daños, porque la recomposición del ambiente no es el objeto principal de su acción. Al observar que la Corte hizo lugar a su competencia originaria sólo a la cuestión ambiental, hemos decidido hacerlo propio por el Río Reconquista.
¿Cuál es su contacto con la actual situación del río y los afectados?
He hablado con los isleños, con los principales activistas ambientales de la zona, con los cuales muchas veces compartí estas peleas de cortar el río cuando presidía Pro Tigre. La gente tiene miedo de accionar, le tiene temor a la justicia, ya que es lógico por las magras experiencia que hay, ya que han terminado en algunos casos pagando honorarios, costas y tasas, por cosas que han sido mal hechas. Les propusimos realizar la acción y nos dieron el apoyo. A través de la asociación los estamos representando a los isleños, por medio del artículo 43 de la Constitución Nacional. Es una acción netamente técnica con los conocimientos que tenemos de la zona, a través mío.
¿De qué manera ve el futuro de la acción que ha interpuesto?
Entendemos que esta acción puede tener mucho éxito en función de cómo está actualmente la Corte, Desde el punto de vista político es una Corte que quiere diferenciarse de la Corte anterior. Creo que quiere ser una Corte audible, cercana a la gente, a diferencia de la distancia que mantuvo la Corte en la década del 90. Creo que ellos en alguna manera quieren demostrar algo diferente, hay gente muy valiosa en estos momentos, me refiero puntualmente a Ricardo Lorenzetti y a Elena Highton de Nolasco, a los cuales tengo el agrado de conocer, son personas excelentes, no porque el resto no lo sea, sino porque pienso que tienen un perfil civilista y una capacidad quizás más amplia de poder escuchar problemas como este. El antecedente Matanza-Ricahuelo es muy parecido a la acción que entablamos, aunque hay un costado diferente, ya que la Matanza-Riachuelo tiene definido tres Estados claramente, acá son dos Estados en principio –Estado Nacional y la Provincia-, la Ciudad de Buenos Aires, que en alguna manera nosotros estamos codemandando como tercero obligado por los efectos de la contaminación. Pero, igualmente, estas son diferencias menores, yo diría nimias.
¿Han solicitado medidas cautelares? ¿Cuáles?
Nosotros pedimos unas medidas cautelares muy importantes: pedimos que se provea a la gente de asistencia médica, de agua potable, camiones cisterna de ser necesario, que se haga un estudio epidemiológico. Son medidas que apuntan al problema ambiental, que quede claro que nosotros no buscamos un objetivo económico. No se reclama ni un peso en esta causa. Lo que se reclama es que por parte de los obligados al deber de cuidar el ambiente que hagan un plan ordenado, que hagan un saneamiento respecto del Reconquista, y que pueda ser un río en el que la gente se bañe de ser posible. Sano y limpio como debería ser.
¿En qué estadio procesal están esas medidas cautelares?
En este momento se formó un incidente con las medidas cautelares. El incidente fue a la Procuración para que determinen la competencia, mientras que el resto del expediente está tramitando. Ahora hemos tenido el apoyo de la asamblea del Delta y el Río de la Plata, de todo este conglomerado de gente que hace pocos días la abogada que los representa se adhirió en un todo a la causa nuestra, y pidió otras medidas y agregó una serie de elementos más que tienen que ver con la cuestión que le da un marco más completo a la causa. Ahora pasa a ser no solamente técnico, sino con la constitución de la gente.
¿Qué normas nacionales y/o internacionales confluyen en el asunto?
Desde el punto de vista nuestro, nos marca el camino el artículo 41 de la Constitución Nacional y la ley de presupuestos mínimos nacional Ley 25.675 -Ley General del Medio Ambiente-. Nosotros estamos trabajando en un tema muy amplio, no estamos trabajando sobre leyes puntuales, lo cual que también ello podría ser un argumento como para que la competencia sea de la Corte. Estamos trabajando sobre normas federales, fundamentales, que tienen que ver con el artículo 41 de la Constitución Nacional, ya que la misma ley de presupuestos mínimos federal emana de dicho artículo. Por otro lado, estamos involucrando al Estado Nacional por la competencia que tiene sobre una pista nacional de remo en el Tigre, que es donde hay un canal aliviador, donde se ha desviado con un endicado que se hizo y se obstruyó la salida del Reconquista. Este canal aliviador nunca funcionó realmente, se hizo durante muchos años por un tema de inundaciones y actualmente funciona como un depósito cloacal. Esa pista es una pista nacional de remo desde hace muchos años, ahora es una pista nacional de excremento.
¿Cuales son las medidas que deberían integrar un verdadero plan de saneamiento del río Reconquista?
Tomar medidas de contralor puntualmente, sería lo primero. En la medida que se pueda controlar lo que es el acceso de toda la rivera Reconquista, empezaríamos a conversar con otro olor. Luego se necesitan plantas procesadoras en todas las empresas. Como ocurrió en el Polo Petroquímico de Dock-Sud que la han mandado a otro lugar, aquí también debería realizarse eso, ya que hay empresas que no pueden estar de ninguna manera porque su forma de trabajar es incompatible con cualquier lugar de desarrollo humano. Con la aplicación de la normativa vigente con contralor, comenzaría luego la instalación de las plantas potabilizadoras, la exigencia de cloacas en todos los distritos, esto es una cuestión indispensable, ya que tiran aguas servidas todo el tiempo sobre el río, estamos en esto muy atrasados, no nos olvidemos que el Reconquista es el segundo río más contaminado de Latinoamérica. En esto estamos mucho más demorados que Brasil con sus ríos y que cualquier otro país de América.
¿Existen proyectos actualmente sobre el río Reconquista?
Hay un proyecto que se elaboró oportunamente y que nunca se llevó a cabo. Hubo mucho dinero que se proporcionó para diversos estudios, algo así como 350 millones de dólares, que fueron aportados por un Banco de Japón y por el BID a través de dicho banco, que no fueron utilizados para realizar las obras. Es algo muy parecido con el dinero que se desvió en Matanza-Riachuelo, aunque allá son cifras más siderales y acá son menores. Particularmente, como proyecto yo diría de reformular un comité de cuenca en que pueda realmente intervención la gente y las ONG, en la que la gente pueda verse representada en sus decisiones, representada en lo que está ocurriendo con su río. Eso es lo que creo que debería hacerse en ese nuevo reordenamiento. Esto merece audiencias públicas, donde la gente pueda ir, toda la reformulación que existe del derecho ambiental que trae aparejado la época posmoderna de la globalidad. Y que trae una especie de resurgimiento de las audiencias de la gente, de las audiencias populares, y no tanto de esa representación ajena que se veía durante muchos años en el siglo XX. Además, el derecho ambiental viene imbuido de mucha interdisciplina y de una fundamental intervención de la gente. Lo que tiene de novedoso es que ahora la gente sale a defender un río, sale a defender un árbol, sale a defender lo que en otro momento parecía que no era de nadie.
¿Por qué cree que en este momento se le ha dado judicialmente mayor importancia al Derecho Ambiental?
Por desgracia –por la situación-, lo de Gualeguaychu le dio la posibilidad al Derecho Ambiental, a la Corte, al Gobierno de crear una emergencia ambiental nacional en un punto, crear la emergencia nacional para el Reconquista, de ocuparse en un punto de crear una política ambiental. En ningún otro momento se le dio importancia a la cuestión ambiental. Argentina fue dándole la espalda a todo lo que es del ambiente, lo que se fue logrando, fue logrado con fallos locos en su momento, anticipados en la época y en la historia, con jueces que parecían como “raros”. Estos jueces dictaron una serie de fallos emblemáticos que fueron allanando el camino. Hoy a la luz de tanta desgracia, del monumento a la contaminación, porque tenemos un monumento a la corrupción con Yacyretá, que es el Matanza-Riachuelo, y el monumento a la mala política ambiental que es Gualeguaychú, ahora tenemos un monumento número dos que es el Reconquista. Creo que este es el momento de ocuparnos un poco de la parte ambiental, más si el país está económicamente un poco mejor. Hay que defender lo nuestro, y hemos tenido una época en que hemos entregado nuestras riquezas.