No sólo cualquier ciudadano padece las consecuencias de los robos que abundan en aeropuertos y hoteles, sobre todo en
países latinos como el nuestro. El propio Secretario de Seguridad, Enrique Mathov, de quien depende en forma directa la Policía Federal, la Gendarmería y la Prefectura, no pudo
evitar que hábiles manos se alzaran con sus pertenencias - algunas maletas- en el aeropuerto de Ezeiza tras regresar del exterior. Testigos que vieron al funcionario en la estación área dan de él una imagen que bien podría ser digna
de un cuadro fellinesco, en el que se mezclaban gestos y rictus de incredulidad absoluta con otros de irritación máxima. En esa particular visión, el personaje de una "Tarde de Perros" podría quedar reducido a un apacible ciudadano apenas molesto por una pérdida menor ante azorados funcionarios de la Aduana y de
seguridad del Aeropuerto.
dju / dju
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