Si bien la reforma fue cuestionada por la jerarquía de la Iglesia Católica azteca y por grupos conservadores, aún está vigente y ya se puso en práctica.
Quienes observaron la reforma fueron gobernadores de cinco estados que pertenecen al conservador Partido Acción Nacional (PAN) -al que también responde el presidente Felipe Calderón- y solicitaron a la Suprema Corte de Justicia nacional que rechazara las modificaciones introducidas por la Legislatura del Distrito Federal.
Los gobernadores locales advirtieron que de mantenerse la autorización a matrimonios homosexuales en Ciudad de México, las uniones de este tipo deberán reconocerse en los tribunales de todo el país.
La Suprema Corte rechazó esas solicitudes, pero aún no resolvió el recurso interpuesto a fines de enero por la Procuraduría General de México.
A partir de la reforma al Código Civil del DF se estableció que los matrimonios serán “una unión libre entre dos personas”, sin importar el género de la pareja.
El Registro Civil de la capital mexicana informó que a partir de hoy contará con tres formatos de actas de matrimonio: una para las parejas heterosexuales en donde se pondrá “él y ella”, otra con “ella” y “ella”, y otra con “él y él”.
El director del Registro Civil, Hegel Cortés, dijo al diario La Jornada que en las ceremonias que se realicen entre parejas del mismo sexo, el juez sustituirá la frase “... los declaro marido y mujer...”, por “...los declaro en legítimo matrimonio con todos los derechos y prerrogativas que otorga la ley”.
La consejera jurídica del gobierno del DF (opositor al PAN), Leticia Bonifaz Alfonzo, aseguró, consultada por el matutino mexicano, que para poder casarse se requiere que uno de los contrayentes compruebe una residencia mínima de seis meses en la ciudad de México y estimó que las primeras bodas podrían celebrarse recién después del 12 de marzo.
En tanto, este martes tuvo lugar en la Ciudad de Buenos Aires el primer matrimonio entre dos hombres. Damian Bernath y Jorge Salazar contrajeron matrimonio por un fallo de la jueza porteña Elena Liberatori, que autorizó el enlace.