Galeano maneja esa hipótesis en torno a los hechos que involucran a Castorina Amarilla Irala, esposa de Patricio Irala, ya que la mujer se presentó al día siguiente del atentado reclamando por su marido presuntamente desaparecido en la explosión, y con posterioridad cobró la indemnización de 55 mil pesos que le pagó el Estado.
Sin embargo, el magistrado argentino pretende saber quién contrató a Irala en la AMIA como conductor, ya que las autoridades de la mutual judía niegan que haya formado parte de su personal, con lo que se abre otra hipótesis.
El juez no descartaba, en principio, que podría tratarse de "un conductor bobo", contratado por quienes pergeñaron el ataque, y a quien podían haber engañado ofreciéndole el trabajo en nombre de la AMIA.
Como la mujer reclamó el cadáver de su marido en una causa abierta en el juzgado paraguayo a cargo de Luis María Yaryes, en el municipio de Lambaré, y ante las insistentes versiones provenientes del pais vecino de que Irala se encontraría con vida, Galeano envió al titular de la DUIA, el comisario Jorge "Fino" Palacios para recabar informes acerca de esa hipótesis.
En principio, el juez argentino libró oficio para que su par paraguayo interrogue a la mujer respecto de quiénes podrían haber sido las personas que habrían contratado a su marido en la AMIA, y también si tuvo algún tipo de contacto con su marido tras el atentado ocurrido el 18 de julio de 1994.