En un nuevo avance por la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires, asumieron hoy sus funciones los cinco camaristas del fuero Contencioso Administrativo y Tributario local junto a la fiscal que actuará en la mismo instancia, con la presencia de Aníbal Ibarra y Cecilia Felgueras, entre otras personalidades del mundo político y judicial.
Los jueces Carlos Francisco Balbín, Esteban Centanaro, Nélida Mabel Daniele, Eduardo Angel Russo e Inés Mónica Weinberg de Roca, y la fiscal Daniela Ugolini fueron seleccionados en un proceso realizado por el Consejo de la Magistratura local que incluye pruebas de oposición y antecedentes, exámenes físicos, psicológicos y entrevistas personales. Los cinco flamantes magistrados juraron hoy ante el Superior Tribunal de Justicia de la Ciudad previo acuerdo de la Legislatura.
El titular del Consejo de la Magistratura, Juan Octavio Gauna interpretó el juramento de los camaristas como “un mensaje al pueblo de la Ciudad de Buenos Aires de que todos los órganos han cumplido, de una Justicia mejor y con competencia, y dotarlos de las herramientas es una responsabilidad de todos, del Consejo y de los tres poderes de la Ciudad”.
“La jura representa el cierre de exitoso de una etapa en la construcción de una Justicia autónoma, ya que completa el funcionamiento del fuero Contencioso Administrativo y Tributario, cuyos jueces asumieron el 27 de septiembre pasado”, dijo Gauna.
Presente en el acto, el ministro de Justicia se refirió al traspaso de la Justicia y la Policía a la órbita local. “Es un proceso gradual, el objetivo es el traslado porque Buenos Aires, como Ciudad Autónoma tiene las mismas características de una Estado provincial, de modo que tiene que tener su propio Poder Judicial, y no tiene sentido que la Justicia ordinaria de los vecinos de la Ciudad sea juzgada por tribunales nacionales. De todos modos, al ser una historia de más de un siglo hay que tener en cuanta que es un proceso gradual, y ese es el espíritu de la Constitución”.
De la Rúa negó además que su voluntad en el traspaso tenga alguna especulación económica. “La propia Constitución establece que cuando se transfieren servicios o funciones, se hace con las partidas correspondientes, al contrario, el espíritu es el verdadero federalismo y la autonomía de la ciudad”.