A casi tres semanas de haber asumido, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jorge de la Rúa, tuvo ayer su primer encontronazo verbal con el reelecto presidente de la Corte Suprema, Julio Nazareno, al considerar que “el autovoto estéticamente es feo” y que él “no lo hubiera hecho”.
De todas formas, el hermano del presidente de la Nación evitó hacer críticas más severas al aclarar que no condenaba “éticamente” la conducta de Nazareno al haberse votado a sí mismo para reasumir el manejo del Máximo Tribunal, posición que al mismo tiempo lo lleva a encabezar el Consejo de la Magistratura.
Asimismo, De la Rúa dijo que “si cinco personas sobre un total de nueve en la Corte piensan de una manera, no permitir el autovoto sería desnaturalizar la voluntad de la mayoría” y que a pesar de sus objeciones “estéticas”,“a veces hay intereses que pueden prevalecer”.
Muchos menos conciliadora resultó ser la opinión del diputado nacional frepasista Alfredo Villalba, que aseguró que pedirá la renuncia de Nazareno porque, según dijo, “quien no deja de pensar en su interés personal no puede ejercer éticamente el más elevado cargo en la Justicia de la Nación”.
La primera declaración polémica del todavía flamante ministro de Justicia había llegado a la tapa de los diarios cuando consideró que el ex jefe de la SIDE, Fernando de Santibañes debía dar un paso al costado para descomprimir la crisis política. Sobre el mismo tema, De la Rúa opinó ayer que desde que se hizo efectiva la salida del amigo de su hermano el Gobierno “salió de una turbulencia importante”.
“En el Gobierno se vive un clima totalmente distinto a partir de la asunción de nuevos funcionarios”, dijo el ministro, aunque es justamente su cartera la única en la que se espera una definición en cargos importantes de la segunda línea, inclusive la del Secretario de Justicia, su segundo.
A pesar de sus declaraciones públicas, que sin dudas aportaron a la salida del ex jefe de la SIDE, De la Rúa dijo que estaba “convencido de la falta de responsabilidad” de Santibañes en el caso de los presuntos sobornos a senadores para que aprobaran la reforma laboral.