Así lo expresó el nuevo presidente del Consejo de la Magistratura, el camarista Mario Fera, durante el acto de asunción al que acudió, entre otros, el ministro de Justicia, Julio Alak y la Defensora General de Nación, Stella Marys Martínez. Por su lado, el académico Manuel Urriza asumió como vicepresidente del cuerpo.
En una sala de Plenarios atiborrada de gente, este jueves asumió oficialmente como presidente del Consejo de la Magistratura, Mario Fera, elegido por el cuerpo la semana pasada. También asumió como vicepresidente del organismo y presidente saliente el consejero académico Manuel Urriza.
Desde temprano gran cantidad de asistentes, entre los que se encontraban funcionarios camaristas, jueces de primera instancia, legisladores fueron ocupando las sillas vacias primero, y los espacios sobrantes una vez que la sala se llenó. Allí podía verse entre la gente al actual presidente de la Asociación de Magistrados, Luis María Cabral y al juez Federal Ariel Lijo.
También, junto a Cabral se ubicó el actual Diputado Nacional, Héctor Recalde, y pudo observarse la presencia del ex Procurador del Tesoro de la Nación, Joaquín Da Rocha y a los camaristas Mario Filosof, de la Cámara del Crimen, y Alberto Dalla Vía, de la Cámara Nacional Electoral.
Pasados algunos minutos de las 10 ingresó a la sala Mario Fera, quién se sentó en la cabeza de la mesa redonda. A su derecha se ubicó el ministro de Justicia, Julio Alak, y el Secretario de Justicia, Julián Álvarez. En tanto que a su izquierda se sentó la defensora General de la Nación, Stela Marys Martínez, el vicepresidente del cuerpo electo, Manuel Urriza, y el único representante de la Corte Suprema fue el Secretario de Gestión, Alfredo Kraut.
“No esperen un discurso político” dijo Fera al iniciar su alocución ante los asistentes tras lo que realizó un breve racconto de cómo fueron estos dos años en los que ya le toco ser presidente y luego presidente de la comisión de Administración y Financiera del organismo. “Las dificultades tienen que servir de motivación para cambiar lo que se necesite”, predicó en relación con los acontecimientos vividos el año pasado en el organismo.
Tras lo que aclaró que “el primer desafío es consensuar” ya que “todos somos necesarios, porque todos somos representativos” por lo que hay que “estar presentes al servicio de las funciones asignadas”, dijo.
“Que la sociedad cuente con magistrados independientes” resaltó como una de sus directivas para el cargo que asume, al tiempo que propugnó la necesidad de “promover cambios que realicen y culminen en una mayor ejecutividad”. Ejecutividad que expresó en la exigencia de “acelerar los concursos” y que en el caso de las denuncias contra jueces, “se dé respuesta inmediata y que se encausen las denuncias que tienen mayor trámite”, sostuvo.
Tras el discurso, casi la totalidad de los asistentes saludaron al flamante presidente vestido de sobrio gris. Los abrazos, en su mayoría efusivos, se fueron sucediendo uno a uno en la cabeza de la mesa ubicada en el segundo piso de la calle Libertad.
Del acto no participaron la totalidad de los consejeros ya que hubo muchos ausentes. En la mesa junto a Fera se mostraron Hernán Ordiales, Carlos Moreno, Manuel Urriza, Ada Iturrez, Daniel Ostropolsky, Alejandro Fragosi. No concurrieron Ricardo Recondo, Alejandro Sánchez Freytes, Oscar Aguad, Marcelo Fuentes y Mario Cimadevilla.