La Cámara Baja bonaerense aprobó dos proyectos de ley en los que se prevén acciones contra la trata de personas. Uno de ellos establece la adhesión a la legislación nacional existente al respecto, normativa a la que la provincia todavía no se había acoplado.
La trata de personas es una de las problemáticas que más repercusión ha generado en los últimos tiempos en nuestro país. A raíz del tratamiento legislativo que hubo en el Congreso nacional, varios diputados y senadores provinciales comenzaron a realizar sus propuestas para combatir la situación que se atraviesa en la actualidad.
En este sentido, la Cámara Baja bonaerense aprobó esta semana dos iniciativas que buscan llevar adelante la lucha contra la trata: una es la presentada por las diputadas Graciela Rego (FpV) y Fernanda Raverta (FpV), acoplándose a la Ley nacional 26.364, contra el delito de la trata, y otro de Pablo Farías (FAP) (que lo presentó junto a Raverta), donde se expropia un inmueble marplatense donde funcionaba una whiskería llamada “La Casita Azul”, para realizar un centro para prevenir y combatir este flagelo.
La diputada Rego alegó en orden a su iniciativa que es necesario acoplarse a lo debatido a nivel nacional para poder generar políticas de Estado generales a la hora de combatir la trata. Por eso consideró que lo más conveniente era acoplarse a la normativa sancionada por los representantes legislativos de todo el país.
En los fundamentos del proyecto, las legisladoras afirmaron que “la existencia en la actualidad de locales tales como, whiskerías, clubes nocturnos, boites, casas de tolerancia, cabarets o establecimientos y/o lugares de alterne, son el ropaje muchas veces utilizado por redes nacionales e internacionales, para cometer estos delitos aberrantes y generar enormes fortunas”.
Las diputadas también destacaron que “esta iniciativa no tiene como objetivo prohibir ni penalizar la prostitución, sino generar acciones para prevenir y erradicar la explotación de personas y su reducción a esclavitud, o a ésta nueva forma de esclavitud. Lo que se intenta es impedir que la actividad de los proxenetas, de los traficantes y tratantes de personas y de los delincuen-tes que prostituyen y esclavizan, pueda desarrollarse libremente”.
En tanto, la iniciativa de Farías tiene que ver con un lugar que fue reconocido históricamente por haber propiciado situaciones de trata de personas, del que muchos vecinos y veraneantes marplatenses sabían. Se trata de la whiskería o cabaret llamado “La Casita Azul”.
Este lugar será expropiado y ahora pasará a ser un centro de prevención y erradicación del delito de trata, a la vez que funcionará como un espacio de memoria activa en relación a esta problemática.
Los fundamentos de la iniciativa precisan que “la trata de personas es uno de los delitos más crueles enfrenta nuestra sociedad en la actualidad. La crueldad del delito no sólo está dada por la esclavitud a la que son sometidas las víctimas, sino que representa también la victimización de sus familias que pierden por completo el rastro con la persona sometida”.
“La trata es un delito que afecta tanto a mujeres, niñas y también varones menores de edad. Unicef lo califica como “un fenómeno mundial que afecta principalmente a niños, niñas y adolescentes”. Los tratantes consideran a las personas meras mercancías, objetos que pueden ser explotados y comercializados para lucrar con ellos”, agregó Farías.