Alfredo Barbarosch, integrante de la sala I de la Cámara del Crimen, fue suspendido en sus funciones y este jueves fue enviado a juicio político tras un Plenario extraordinario del Consejo de la Magistratura de la Nación. Los detalles de la reunión.
Este jueves el Consejo de la Magistratura envió a juicio político al integrante de la sala I de la Cámara del Crimen, Alfredo Barbarosch. Asimismo, los consejeros decidieron suspenderlo y acusarlo ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados por “mal desempeño en sus funciones”.
El organismo envió a jury al magistrado por los cargos de “haber incurrido en reiteradas inasistencias” a las audiencias; “haber faltado el respeto a sus colegas” con “gritos, agresiones verbales y amenazas de toda índole”; “haber abusado de su condición de magistrado” y “haber persistido y agravado las conductas que fueran objeto de sanciones disciplinarias anteriores”.
Los consejeros que estarán encargados de acusar al magistrado ante el Jurado de Enjuiciamiento serán el representante de los abogados del interior, Daniel Ostropolsky, y el representante del Poder Ejecutivo en el organismo, Hernán Ordiales. Quienes contarán “con amplios poderes para actuar en representación del consejo”.
La reunión comenzó una hora más tarde de lo pautado, y se dividió en tres momentos. El primero donde el Plenario resolvió las últimas presentaciones del juez, todas rechazadas. Un segundo donde al Comisión de Disciplina y Acusación aprobó el dictamen acusatorio contra el magistrado.
El tercero de los momentos fue el más importante. Allí, todos los consejeros presentes Mario Fera, Ricardo Recondo, Mario Cimadevilla (UCR), Carlos Moreno (FpV), Oscar Aguad (UCR), Stella Córdoba (FpV), Ada Iturrez (FpV), Marcelo Fuentes (FpV), Daniel Ostropolsky, Alejandro Fargosi, Manuel Urriza y Hernán Ordiales dieron el visto bueno para acusar al juez ante el jurado de Enjuiciamiento.
El martes pasado, Barbarosch ejerció su defensa autocalificándose como “un juez honesto” y desafiando a quienes les atribuyen acoso laboral a que lo denuncien ante los tribunales ordinarios. Mediante un escrito de unas 100 páginas, el juez rechazó los reproches por “ausencias injustificadas, entorpecimiento del trabajo, incitaciones a violencia física, insultos a sus pares en medio de audiencias y acoso laboral”.