La Procuración Penitenciaria de la Nación alertó por “un nuevo incremento de muertes violentas en cárceles federales”. Desde el organismo detallaron que si bien hubo un descenso en la cantidad total de muertes, hubo un aumento en los denominados “fallecimientos violentos”.
La Procuración Penitenciaria de la Nación consignó que durante el 2013 hubo un incremento en las “muertes violentas” en las cárceles federales del país. En este sentido el organismo se presentó “alerta” por este ascenso.
Según detallaron, “si bien se ha registrado un descenso en la cantidad total de muertes, se ha vuelto a evidenciar un incremento en los fallecimientos violentos”. Se registró “la mayor cifra en los últimos doce años”, informaron.
Durante el año pasado se observó un descenso en el número de fallecimientos totales, acercándose en consecuencia a las cifras correspondientes a los años anteriores luego de un 2012 especialmente elevado.
Sin embargo, “alerta a este organismo observar una vez más el incremento de muertes violentas registradas en el último período”. Unos 27 casos registrados durante el 2013.
“Si en el último trimestre del 2012 la Procuración Penitenciaria había denunciado ya el crecimiento exponencial de fallecimientos traumáticos en aquel año, la sistematización de esta información para el período recientemente finalizado permite observar las cifras más elevadas desde 2002, fecha en que comienzan los primeros registros de este organismo”.
Teniendo en cuenta el registro de fallecimientos que lleva adelante la Procuración Penitenciaria, en 2009 hubo 47 fallecimiento, 15 de ellos violentos. En 2010 hubo 33, 9 de ellos de forma violenta. Mientras que en 2011 la cifra total trepó a 39 siendo 22 de ellas muertes violentas.
En 2012 se dio el pico de fallecimientos totales en las cárceles federales con 56 muertes, 22 de ellas de forma violenta. El año pasado la cifra total descendió a 56 pero aumentaron las muertes violentas que treparon a 27.
“Esta escalada de hechos traumáticos debe servir como indicador de la gravedad de la situación, exigiendo el abandono de métodos de gestión anclados en criterios arcaicos de control, y adoptando prácticas y discursos asociados a la desmilitarización del sistema penitenciario guiados por el respeto a la salud y la vida de los detenidos”, informaron desde la Procuración.