Parece haberse desatado entre las distintas organizaciones de Estados Unidos que operan en la región en la lucha contra el narcolavado y contrabando por las secuelas del sonado caso que envuelve al empresario inmobiliario Di Tulio y al financista porteño Aldo Ducler, un hombre que se movió en las cercanías de Ramón “Palito” Ortega. Después de una reunión de más de dos horas de conversación que responsables de la Aduana y el FBI norteamericano, con asiento en Montevideo, mantuvieron en noviembre pasado –un anticipo de esta columna- con el juez de la causa, Rodolfo Canicoba Corral, se desató una verdadera contraofensiva por parte de los jefes de la Interpol Mexico que no están contentos con el juez. Carlos Perez Edmonson, el responsable de ese organismo policial, designó a un conocido abogado local que desempeña funciones en el Estado para que impulse la causa. El profesional habría hecho correr versiones que comprometen al juez ante el fastidio de los estadounidenses que avalaron la actuación de Canicoba. Para colmo, en la DEA local –su nuevo jefe mantiene un bajísimo perfil y le fastidia el periodismo, todo lo contrario a su antecesor Abel Reynoso-las aguas están divididas ya que los agentes con muchos años en el país coinciden con el FBI mientras que el nuevo comisionado parece estar más cerca del abogado "antiCanicoba".
hugo morales / dju
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