Pável Borodin, un alto cargo ruso vinculado al presidente Vladimir Putin fue
detenido en la madrugada de hoy en Nueva York y se desató un mayúsculo conflicto
diplomático al demandar su país su inmediata liberación. La orden internacional
de captura había sido emitida por la Fiscalía General de Suiza en conexión con
un supuesto cobro de comisiones ilegales y lavado de dinero durante su participación
en el gobierno de Boris Yeltsin.
Borodin fue arrestado a su llegada al aeropuerto John F. Kennedy con el objetivo
de asistir el próximo sábado a la toma de posesión del presidente electo de
Estados Unidos, George W. Bush, y hoy enfrentó un interrogatorio ante un tribunal
en Manhatan.
Al poco tiempo de conocer la noticia, Rusia reaccionó exigiendo a Estados Unidos
la "liberación inmediata". El ministro de Asuntos Exteriores, Igor Ivanov, citó
con urgencia a su despacho al embajador norteamericano, James Collins, para
expresarle las "protestas" rusas por la detención de Borodín.
Según explicó el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, quien se mostró
asombrado por la noticia, "Pável Borodín fue invitado oficialmente a Estados
Unidos por un miembro del comité financiero de la campaña electoral de Bush".
Hasta hace un año Borodín era el intendente del Kremlin encargado de administrar
todas las propiedades de la presidencia, pero hace unos meses fue nombrado secretario
de la Unión Rusia-Bielorrusia, ya bajo mandato de Putin.
Suiza, por su parte, va a pedir a Estados Unidos la extradición del ex alto
cargo del Kremlin, según adelantó a los medios el vocero de la Oficina Federal
de la Justicia helvética, Folco Galli. Otras investigaciones paralelas en Rusia
sobre Borodin fueron archivadas el mes pasado en Moscú al no hallarse motivos
de delito, pero los fiscales suizos aseguran que acumularon miles de páginas
sobre el pago de al menos 62 millones de dólares en comisiones ilegales.
Dos empresas registradas en Suiza, Mabetex y Mercata, ganaron sin concurso previo
la adjudicación de obras en el Kremlin por importe de más de 900 millones de
dólares.
Entre otras personalidades relacionadas con el escándalo, que fue bautizado
con el nombre de "Kremlingate" y provocó alta tensión política en Rusia en 1999
y 2000, estaban el mismo Borís Yeltsin, entonces presidente, y sus hijas Tatiana
Diachenko y Yelena Okulova.
El conflicto desató tensiones que parecen recrear la ya olvidada Guerra Fría.
El líder ultranacionalista ruso Vladímir Yirinovski exigió hoy en la Duma -Cámara
Baja del parlamento ruso- la detención de ciudadanos de Estados Unidos en respuesta
al arresto en Nueva York. "Hay que recomendar a los Ministerios de Exteriores,
Interior y Seguridad la detención de varios ciudadanos norteamericanos que estén
en territorio ruso, porque sólo así se puede influir en las autoridades de Estados
Unidos", dijo.