La Cámara de Diputados de la Nación ratificó en su última sesión del Tratado sobre Comercio de Armas, adoptado por las Naciones Unidas el año pasado. Como el proyecto de ratificación ya tenía media sanción del Senado, la ratificación es definitiva.
El Congreso de la Nación ratificó el Tratado sobre Comercio de Armas (TCA), adoptado por las Naciones Unidas (ONU) el año pasado. La ratificación, que ya tenía media sanción del Senado, fue votada por la Cámara de Diputados en su sesión del último miércoles.
Una vez que la ley de ratificación sea promulgada por el Poder Ejecutivo Nacional, el instrumento debe ser depositado en las Naciones Unidas. A la fecha 44 países ya han ratificado el TCA, que entrará en vigencia 90 días después de que sea depositado en las Naciones Unidas el instrumento de ratificación del 50°país.
El 2 de abril del año pasado las Naciones Unidas por Resolución A/67/L.58 puso ciertos límites para el tráfico global de armas al aprobar el Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA). Hoy a un año de eso, la Argentina aún no ratificó el tratado.
La Asamblea General de la ONU en su 67 periodo de sesiones adoptó el tratado que fue firmado por la República Argentina el 3 de junio de 2013 en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
El TCA “es un instrumento internacional que regula el comercio de armas entre países y prohíbe a los estados aprobar transferencias si existe un riesgo cierto de que serán utilizadas para cometer o facilitar violaciones a los derechos humanos”, explicaron desde la ong Amnistía Internacional.
“La falta de una norma abarcativa, global y vinculante ha permitido que cientos de toneladas de armas y municiones lleguen a manos de gobiernos que violan los derechos humanos de sus propias poblaciones o terminen en el mercado negro, mientras estados, organizaciones o personas obtienen enormes beneficios económicos”, agregan desde la ong.
El tratado obliga a todos los gobiernos a “evaluar el riesgo de transferir armas, municiones o componentes a otros países donde puedan ser utilizados para cometer o facilitar genocidio, crímenes de lesa humanidad o crímenes de guerra o facilitar su comisión”.
El tratado adoptado afecta a las principales categorías de armas convencionales, incluidas las armas pequeñas y las armas ligeras, que producen cantidades ingentes de víctimas civiles y proliferan en países con conflictos de baja intensidad y en situaciones de violencia armada.