La juez Argibay, integrante del Tribunal Oral Criminal nº 2 de la Capital Federal,
participó del simulacro de juicio que se desarrolló en diciembre pasado. El
tribunal encontró culpable a Japón en su responsabilidad por la esclavitud
sexual y violaciones como método de guerra, consumadas en la Segunda Guerra
Mundial.
La integrante del Tribunal Oral Criminal número 2, Carmen Argibay, manifestó
que el auditorio del simulacro del juicio internacional celebrado en diciembre
pasado en Tokio, dictaminó que "Japón es el responsable de la esclavitud sexual
y violaciones como método de guerra".
Las organizaciones no gubernamentales de Japón, Filipinas y Corea convocaron
a un Tribunal Internacional con la finalidad de juzgar la responsabilidad del
primero de esos países en el establecimiento de esclavitud sexual de las mujeres
durante la guerra.
Argibay fue una de las integrantes del Tribunal Internacional que estuvo compuesto
por tres mujeres y un hombre. Se trata de una juez norteamericana,
Gabrielle Kirk Mc Donalds; la profesora inglesa Cristine Chinkin quien tiene
una cátedra sobre Derecho Internacional y realiza actividades en las ONGs, y
un ex integrante de la Suprema Corte de la India, quien trabaja también para
las Organizaciones de las Naciones Unidas (ONU).
La juez señaló en una carta a modo de conclusión de la experiencia vivida que
"las sobrevivientes que iniciaron el movimiento que desembocó en este juicio,
han roto un silencio de 55 años, y con ello han contribuido a sacar a la luz
algo que todos sabemos pero que no sólo debe declamarse: ocultar los actos criminales
es invitar a su reiteración y mantener una cultura de impunidad".
"Una de las declaraciones más importantes del tribunal fue exigir: 1- respeto
hacia los derechos humanos de las mujeres; 2- que se termine la impunidad por
los crímenes sexuales; y repudiar la idea de que el abuso sexual de las mujeres
es una consecuencia inevitable de la guerra", manifestó.
"Este acto estuvo cargado de emoción -agregó la magistrada-. Cuando Gabrielle
(juez estadounidense) leyó el párrafo en el que declaramos responsable al emperador
por el sistema de esclavitud sexual instituido, la reacción de las sobrevivientes
y del público en general fue casi como una ovación".
"Evidentemente, era lo que estaban esperando y los jueces les habíamos dado
esa satisfacción. Fue algo impactante".
Según el relato de la magistrada, "dos horas y media tomó la lectura de la resolución".
Tras finalizar la lectura completa todas las sobrevivientes presentes subieron
al escenario "agitando pañuelos blancos, tomadas de la mano, cantando juntas,
Corea del Norte con Corea del Sur, Taiwan con China, Indonesia con Holanda y
Timor Oriental, Filipinas con Japón, Malasia con todas las demás. No es posible
describir en palabras el alto grado de emoción que se sentía en ese momento",
explicó.
También indicó que "es la primera vez en la historia que se realiza un juicio
no oficial en casos de delitos de lesa humanidad cometidos durante la Segunda
Guerra Mundial. El Tribunal de juicios de Tokio es equivalente a Nuremberg",
comparó la juez.
Acerca de los delitos de lesa humanidad cometidos en esa época, Argibay indicó
que "si bien el Primer Ministro japonés admitió la existencia de esos delitos"
éstos "nunca fueron juzgados y Japón nunca reconoció su responsabilidad", al
tiempo que aclaró que en ese entonces las mujeres fueron sometidas a esclavitud,
maltrato y abuso sexual por parte de soldados japoneses.
"El juicio fue un reproche moral, es simbólico", manifestó la juez
Arbigay estimó que la sentencia completa del juicio estará lista para el 8 de marzo próximo, el Día Internacional de la Mujer. .
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