Tal como adelantó ayer Diariojudicial.com, los huelguistas desistieron de su solicitud de una reducción en las condenas, pidiendo un trato igualitario que el que se les dio a los presos de La Tablada, que pasaron una huelga de hambre de más de 110 días, y en cambio, hicieron hincapié en una mayor celeridad en los procesos penales.
Al respecto, Ruiz Moreno explicó que “no tiene sentido hablar de conmutación de penas cuando todavía no hay condenas” y tildó de “absurda” cualquier protesta que pida por un cambio en los procesos durante el receso judicial de verano. Sin embargo, en cuanto a los pedidos de una mejora en las condiciones carcelarias, reconoció la existencia de un grave problema y dijo que “se está trabajando en la mejora del Servicio Penitenciario”.
Altas fuentes de la cartera de Justicia, confirmaron mientras tanto que la estrategia es esperar que la huelga se desinfle por sí sola, y que el Gobierno se mantendrá en la postura de no negociar.
A pesar del aumento en la cantidad de ayunantes, que se concentró en la cárcel del barrio porteño de Villa Devoto, fuentes del Ministerio de la calle Sarmiento también deslizaron que habría un conflicto entre los presos de esa unidad, ya que los organizadores de la protesta estarían presionando a varios reclusos para continuar en la medida de fuerza.
Según los últimos datos que difundió el Ministerio de Justicia, 2336 presos sobre el total de 7244 del Sistema Penitenciario Federal están adheridos a la huelga, es decir un 32 por ciento, contra el 28 registrado ayer.
En la cárcel de Devoto los ayunantes alcanzan a 1631 de un universo de 1741, es decir, un 94 por ciento. Es en esa unidad, donde hoy se sumaron a la medida de fuerza 252 de los 283 reclusos, mientras que en el resto de los penales las cifras se mantienen prácticamente estables.
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