La Justicia rápida y necesaria

El 14 de mayo de 2013, después de una fuerte discusión en la que fue agredida por su pareja, Elizabeth Sosa salió de su hogar, caminó algunos metros, los que pudo, y se desplomó. Los golpes fueron feroces y el impacto que generaron en “Eli”, como sería conocida más tarde a través de los medios, fue mucho. Tanto que dos meses después, con una internación de por medio, falleció.

 

El caso se inscribe en uno de los tantos de violencia de género e intrafamiliar que afectan a todo el país y que, a pesar de adquirir mayor visibilización, no parecen menguar. En particular, este hecho ocurrió en la provincia de Corrientes, y fue allí donde este jueves se dictó la pena de prisión perpetua para el agresor, Adrián Sosa García, después de casi dos meses de debate en el juicio que se inició en febrero pasado.

 

El Tribunal Oral en lo Penal 1 de Corrientes dio a conocer su decisión cerca de las 18 horas, y después de los festejos de parte de los familiares y amigos de la víctima, además de las organizaciones sociales que acompañaron todo el proceso, el abogado querellante, Salvador Pischeda, señaló que “nosotros esperábamos la condena porque, como habíamos venido manifestando, las pruebas estaban a la vista”.

 

La defensa había solicitado la absolución, y el mismo Adrián Sosa García pidió al Tribunal que “tome una decisión apartada de la presión social”. Cuando la noticia se hizo conocida y varios grupos que luchan por los derechos de las mujeres comenzaron a difundir el caso, la imagen del ahora condenado fue fuertemente repudiada.

 

Apenas sucedió todo, Sosa García fue detenido y acusado del delito de lesiones leves. Pero, tras la muerte de Eli, la carátula pasó a ser homicidio agravado por la relación de pareja con la víctima, cometido contra una mujer mediando violencia de género.

 

El hermano de Eli, Ramón Verón, señaló que con este fallo se hizo “justicia”. “Es lo que estábamos buscando, es lo que esperábamos, no había otra sentencia que la perpetua. Ahora si vamos a ir al cementerio a prenderle una vela a mi hermana para que descanse en paz”, afirmó el joven, en consonancia con lo expresado por diferentes organizaciones en torno a la sentencia.

 

Su hermana, Rita Verón, consignó que “es lo que buscamos durante estos dos años de lucha, esto no le devuelve la vida a mi hermana, pero nosotros podemos decir que los asesinos de mujeres van a tener una condena. A mi hermana no la recupero más, pero esta movida que estamos haciendo es por muchas mujeres, porque sigue habiendo casos. Que cuenten con nosotros y con la memoria de Eli".

 

Desde Mujeres de la Matria Latinoamericana (MuMaLa) afirmaron que “estamos involucrados todos, Eli Verón somos todas, porque como sociedad tenemos que acompañar, tomar conciencia y participar. En este caso la víctima fue Eli, pero así se manejan los violentos, privan la libertad y se manejan en la sociedad con impunidad, porque en muchos casos son señores empresarios que se manejan con soberbia y creen que son intocables”.