El hecho se produjo en el country San Jorge Village y llegó al tribunal de alzada, cuyos integrantes entendieron que las autoridades del lugar promovían para los divorciados una situación antinatural, con características de "una suerte de celibato social forzoso".
El hecho tuvo como protagonistas a Eduardo Gasulla y Adriana Teneran, quienes se conocieron en el country cuando ambos integraban sus anteriores matrimonios, de los que había tenido tres hijos cada uno. La relación amorosa nació en el lugar pero ambos se divorciaron y volvieron a casarse el 20 de septiembre de 1996, fecha en que iniciaron su peregrinaje para que la mujer sea aceptada como social del club donde, además funciona el Saint George´s College North, a donde asisten sus hijos.
Tras varios cabildeos entre los socios del country, el caso llegó a la Cámara que en su fallo recordó que "la legislación matrimonial Argentina habilita las nuevas nupcias de personas divorciadas" y que "el impedimento de incorporar al barrio del nuevo cónyuge de un socio, no constituye ni siquiera una seria y sana protección del anterior cónyuge".
"Las dificultades de la convivencia humana se resuelven mejor con tolerancia y tenacidades que con reglamentos rígidos y hasta antinaturales", señala en su voto el camarista Edgardo Alberti.