"Las decisiones de los jueces, dentro de la organización estatal, son las más revisadas. Es muy difícil que una resolución judicial tenga un grado de discrecionalidad tal que no permita revisarse", afirmó Canicoba Corral.Por otra parte, el magistrado considero como un hecho "peligroso" el enjuiciamiento de Bustos Fierro, llevado al Consejo a raíz de una resolución. por la cual autorizó al presidente Carlos Menem a disputar la interna del justicialismo, por una nueva reelección.
"Me parece peligroso, porque sienta un precedente poco auspicioso a partir del cual los jueces nos vamos a sentir de alguna manera presionados por la posibilidad de no gustar una resolución que políticamente no se considere conveniente o inconveniente".
Por otra parte, enfatizó que "estando establecidas las instancias de la ley revisar una resolución de un juez a través del Consejo de la Magistratura es cambiar el sentido de lo que ese organismo representa". "Empieza a haber una politización de ramas, de sectas, grupos, de partidos o de corrientes de opinión dentro de la Justicia, y me parece que es ciertamente peligroso, porque atenta contra la independencia de los jueces".
A su turno, Bagnasco consideró que la suspensión de Bustos Fierro representa un "llamado de atención y una confirmación de lo que se temía", al aludir a la politización en las resoluciones del Consejo.
"Lo que se pone en peligro es en parte la esperanza de la gente. Se creó este organismo justamente para despolitizarlo y sacarlo del juego político, y lo que se logró es llevar ese juego político a menos de veinte voluntades", enfatizó el magistrado que investiga la causa IBM-Banco Nación".
"Como quedó planteada la votación está muy claro que era una cuestión política", especuló al analizar la representación partidaria de los miembros que votaron el pedido de enjuiciamiento de Bustos Fierro.
Opina el Juez Federal Adolfo Bagnasco
Es una de las primeras decisiones que tomó el Consejo de la Magistratura. Lo que me genera preocupación es que entre esas primeras resoluciones del Consejo, haya una que tenga un contenido, en cuanto a la votación que publicaron los diarios, tan marcadamente partidista.
A pesar que en el Consejo de la Magistratura están representados distintas corporaciones; abogados, académicos, jueces, políticos, no se votó ni hubo ni una preponderancia, ni un perfil en cuanto al órgano que se representa, a la corporación a la que se pertenece, si no un bien marcado perfil político. Se cruzaron las corporaciones, y las personas, que aunque pertenezcan al ambiente académico tienen una clara militancia en un partido político, votaron en ese sentido e inclusive los de otro sector. Quedó muy claro que lo que se jugó era una interna. Una interna del partido justicialista y por lo tanto se victimizaba una situación de un magistrado. Es decir, esto nos lleva a pensar primero en una presunción que existía previa de que esto podía pasar, y lamentablemente se confirmó. Y segundo se creó un órgano en el cual se puso mucha expectativa, se trabajó mucho en su diseño y después en su conformación y puesta en marcha que terminó siendo más de lo mismo.
Si se le criticaba al Poder Legislativo en cuanto a la politización de sus decisiones, aquí quedó plasmado ante la evidencia de la ciudadanía que no se escuchó ningún argumento que fuera contrario a esto, de lo que se decidía era una cuestión política. Esto sin abrir juicio de valor sobre la decisión judicial, como el juez en cuestión ni sus condiciones particulares. No soy quién para considerar una u otra cosa.
Evidentemente estamos hablando de una decisión judicial que no tuvo ninguna consecuencia jurídica, que se tornó abstracta. Esto es altamente peligroso porque ahora, los jueces cuando tengamos que decidir evidentemente vamos a tener que tener en cuenta, el órgano del Consejo de la Magistratura. La doctrina específica, de cuando se hablaba desde el juicio político, o del jury de enjuiciamiento que con acento que es la competencia que tienen estos órganos. Jamás la actuación jurisdiccional; lo que se persigue es la actuación funcional, y si no se comete un hecho en abuso de la función, nunca la tarea jurisdiccional.
Justamente, cuando la Constitución plantea la cuestión de la independencia de los jueces, es a los efectos que ellos tengan la posibilidad de decidir y si crea un sistema donde ninguna decisión es última, es porque justamente entiende y presupone que puede haber errores jurisdiccionales. Entonces por eso se plantean opciones, para que esto se corrija dentro del sistema. Nadie puede venir por afuera a plantear esto. Creo que es un poderoso llamado de atención una confirmación, de lo peor que se temía, ojalá estemos en condiciones de rectificarnos, por la ciudadanía que puso tantas esperanzas en ellos, por la real independencia del Poder Judicial y porque uno quiere que las cosas marchen bien. Y que uno pueda seguir transitando y perfeccionando las instituciones en las que le tocó en suerte trabajar. Lo que se pone en peligro es parte de la esperanza de la gente. Se creó este organismo justamente para despolitizarlo y sacarlo del juego político y lo que se logró es llevar ese juego político a menos de veinte voluntades.
Se barajó una decisión judicial, pero no era importante lo que decidió en este caso sino cómo se votó.
Independientemente, creo que no era competencia aparentemente del Consejo de la Magistratura lo que se sometió a juzgamiento, fue como quedó planeada la votación, es muy claro que era una cuestión política. Una alianza por un lado, independientemente cualquier corporación que lo defendiera, y del otro lado quedó un sector que inclusive el oficialismo, lo que hoy sería el oficialismo jugó una interna. Fue la interna Menem-Duhalde, pero la conformación de la mayoría y minoría en este caso fue muy marcado el planteo de los que votaron el juicio político, es preferencial o a la oposición actual y dentro del oficialismo una interna, que era por la molestia de la decisión del juez. No fue lo que se decidió sino cómo se decidió.
Opina el Juez Federal Rodolfo Canicoba Corral
Tengo entendido que por una resolución del juez en este caso, habilitando la posibilidad de que el presidente se presentara a una elección interna, motiva el pedido de juicio político y la suspensión. Más allá de cualquier otra opinión, vengo diciendo que las resoluciones judiciales, la decisiones de los jueces, son quizás dentro de una organización estatal, las más revisadas. Hay un fiscal, una cámara, una cámara de Casación, una Corte, y la gran mayoría de las resoluciones son revisables por esta vía. Es muy difícil que una resolución judicial, tenga un grado de discrecionalidad que no permita revisarse, al contrario de lo que pasa con otras decisiones administrativas, por ejemplo decretos o resoluciones ministeriales; o resoluciones de entes, u otras de tipo administrativo. Con esto, la garantía del perjudicado por la resolución es bastante amplia. Desde este punto de vista que a un juez se lo enjuicie por una resolución, sea cual fuere, en la medida que es revisable, me parece que es peligroso, porque sienta un precedente poco auspicioso y a partir de la cual, los jueces nos vamos a sentir de alguna manera presionados por la posibilidad de no gustar una resolución que políticamente se considere conveniente o inconveniente para la otra parte, en el fuero federal o como en este caso el electoral.
Es sabido que los jueces electorales viven resolviendo litigios de los partidos, que siempre hay una parte que nunca está conforme. Hay un discurso del presidente de la Corte hablando de que el Consejo de la Magistratura no es una instancia judicial más. Estando establecidas las instancias de la ley revisar una resolución de un juez a través del Consejo de la Magistratura es cambiar el sentido de lo que este organismo representa. Sí hay peligro, por el alto grado de politización interna que esto va a traer como consecuencia dentro del Poder Judicial. Desde este punto de vista la resolución, sea como sea el resultado final, creo que las consecuencias, son hasta nefastas.
En un momento dije que se quería evitar la politización de la justicia, por lo menos al crearse el Consejo. Sin embargo la experiencia nos está mostrando, de que está sucediendo ciertamente lo contrario. No sólo hay un grado de politización genérica, porque todos los jueces tenemos una ideología, sino que empieza a haber una politización de ramas, de sectas, grupos, de partidos mínimos o de corrientes de opinión dentro de la justicia, y me parece que es ciertamente peligroso, porque atenta contra la independencia de jueces sin ninguna duda. Si el juez es malo, se lo sacará pero no por su resolución sino por la mala conducta. Una resolución judicial no puede ser interpretada como una mala conducta. Podrá ser opinable, podrá ser hasta mala, pero el remedio lo trae el propio sistema como la apelación, la nulidad, en fin. Pero abrirle un juicio político a un magistrado por una resolución, no conozco el caso concreto si había antecedentes, en el Consejo de esto, aunque creo que no. Este es el único reproche que se le hace, y me parece desafortunado.