La enmienda establece que los acusados por agresiones sexuales no podrán acceder de modo automática a historias clínicas psiquiátricas o médicas de las víctimas, para su posterior utilización en los juicios.
De ese modo se pronunció el alto tribunal canadiense ratificó la enmienda 1997 introducida durante un juicio contra un acusado por la violación de una niña de 13 años, quien en aquella oportunidad sostuvo que para poder defenderse necesitaba conocer la historia de la jovencita.
Ahora, y al ratificar la enmienda, con el voto favorable de siete de los ocho integrantes del tribunal, se reconoció que el acusado tiene "el derecho de responder y defenderse", pero "eso no da derecho para acceder automáticamente a información contenida en historial privado de demandantes y testigos".