Pareció la consigna en el bien servido ágapeque la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional realizó el miercoles pasado como despedida de Fín de Año. Estuvo la Corte en pleno -Julio Nazareno, AugustoBelluscio, Gustavo Bossert, Adolfo Vazquez, Guillermo Lopez, que fueron detectados por esta columna- que confraternizaron con sus pares de todas las instancias e incluso con dirigentes dela Unión de Empleados del Poder Judicial, elgremio que lidera el ex peronista combativo Julio Piumatto. El efecto de las suaves burbujas del champagne nacional creaba una imagen surrealista cuando se destacaba en el marco protocolaruna larga y cuativante conversación entre Piumatto y Nazareno. Estaba tan ocupado en su rol pacificador que llegó a decir en su discurso: "a los dirigentes no nos ganan con amenazas perosí con el amor". Es que el gremialista -junto a otros más moderados como Hugo Leguizamón- suele encabezar ruidosas manifestaciones en contra de la Corte por reclamo de aumentos salariales. La única explicación al diálogo tan cortés, es que Nazareno había apoyado en el Consejo de laMagistratura, el aumento que pide Piumatto.
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