Servini de Cubría recibió a primera hora del lunes la autorización por parte de la Corte Suprema de Justicia Argentina para efectuar el viaje, y horas después se les notificó vía fax de la decisión que en similar sentido adoptó el máximo tribunal del vecino país.
La Corte chilena aguardó hasta último momento para responder a los exhortos que libró Servini de Cubría hace dos semanas para que le permitieran interrogar en el penal militar de Punta Peuco, en las afueras de Santiago, al ex jefe de la Policía Secreta del régimen, el general Manuel Contreras Sepúlveda, y a su lugarteniente, el brigadier retirado Pedro Carlos Espinoza, por la muerte de Prats y su esposa Sofía Cuthbert.
La resolución de la Segunda Sala Penal de la Corte chilena se adoptó luego de analizar un informe del fiscal Enrique Paillas "recomendando la aprobación de la diligencia" a cumplir por la jueza argentina.
La semana pasada las hijas del militar asesinado habían reclamado que se autorice la presencia de Servini de Cubría para cumplir con la diligencia, en medio de un clima de tensión generado por la posibilidad que ambos militares sean indagados cuando se está definiendo el proceso electoral en ese país.
El pedido para indagar a Contreras y Espinoza fue formulado luego que Servini regresara de los Estados Unidos, donde escuchó las confesiones del ex doble agente de la Dina y la CIA. Michael Towley, quien participó de los crimenes de Prats y del ex Canciller chileno Orlando Letellier, en Washington.
Tomarle declaración a Espinosa se ha convertido para la magistrada argentina en una carrera contra reloj, ya que recuperará si libertad con el primer minuto del año que comienza. Los ex jefes militares cumplen condenas de siete y seis años por el crimen de Letelier ocurrido en 1976.
Servini de Cubría aguardó hoy en su despacho que le confirmen las versiones provenientes de Chile, por las cuales le habían anticipado que la Corte iba a aprobar la autorización para efectuar las indagatorias, con la presencia de un magistrado chileno.
La dirección de la DINA.,que tuvo activa participación en la instrumentación y puesta en práctica del denominado Plan Cóndor, por el cual se persiguió en otros países a opositores izquierdistas a los regímenes militares de los años 70, respondía a las órdenes del general Augusto Pinochet, pero éste ha sostenido que su subordinado Contreras actuaba de manera independiente.
En ese sentido, fuentes consultadas aquí admitieron que en Chile existiría "temor" por las confesiones que Contreras pudiera formularle a la magistrada argentina.