Brugo criticó duramente los sistemas de control aduaneros de encomiendas postales provenientes del exterior, a raíz de una causa en que se investiga un contrabando de estupefacientes ocultos en las patas de una mesa ratona.
En el marco de esa investigación judicial, el juez pidió a la Cámara Criminal y Correccional Federal que se designe un juzgado para que investigue las irregularidades y omisiones en los controles de las encomiendas postales, y las responsabilidades por presunto incumplimiento de los deberes de funcionario público que le pudieran caber al titular de la A.F.I.P, Carlos Silvani, y otros funcionarios.
"Existen serias deficiencias en el ámbito del control ejercido por la Aduana en el ingreso de encomiendas internacionales", resaltó Brugo en una resolución por la cual pidió que se investigue a los funcionarios de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) por la presunta comisión de los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, contemplados en el artículo 248 del Código Penal.
Brugo condenó en duros términos a los funcionarios de la AFIP. por las "conductas omisivas" al no ejecutar los controles y recaudaciones debidas relacionadas con las encomiendas postales, "sin perjuicios de haber sido advertidas las medidas pertinentes a ejecutar".
El cumplimiento de esos controles -señala Brugo- incumbe a Carlos Silvani, a Osmar de Virgilio (administrador General de Aduanas); a Carlos García Lorea (director de Inteligencia fiscal y Aduanera de la AFIP), al funcionario de la Aduana de Ezeiza, Javier Zalbajawregui y al de la Aduana de Buenos Aires, Andrés Pucko.
Según entiende el magistrado, el contrabando de cuatro kilos de cocaína se descubrió de forma fortuita al romperse una de las patas de la mesa, y no como consecuencia de la utilización de maquinaria para detectar este tipo de mercadería, como pueden serlo sistemas de rayos X.