La demanda fue iniciada por el abogado Hugo Vasen, quien aceptó por un año una promoción sin cargo de tarjetas de crédito, vencido el período y sin previa consulta el Citibank renovó el "dinero plástico", por el mismo plazo y facturó un cargo de 26,40 pesos.
Vasen dio de baja a esos elementos de compra-crédito mediante el envío de un fax, al cual le adjuntó una fotocopia en la cual se mostraba a las tarjetas destruidas, tal como le fuera requerido por personal de la demandada.
Sin embargo al solicitar un préstamo para la compra de una vivienda a otra entidad crediticia, de la cual es cliente, llegó a su conocimiento un informe negativo emitido por la Organización Veraz. El informe lo incluía como inhabilitado por moroso en virtud de una denuncia formulada por la entidad bancaria demandada. Ante esta circunstancia, el reclamante le envió una carta al banco y en respuesta a su carta una Empleado de la institución le informó acerca de la inexistencia de deuda y que el error se debió al olvido del banco de dar de baja su cuenta.