La distribución de esta suma entre los sobrevivientes del Holocausto, las asociaciones judías y eventualmente los abogados de las víctimas, es competencia del juez Edward Korman, de la corte federal de Brooklyn. Ese magistrado también está encargado de establecer el monto de los honorarios que una decena de abogados reclaman en compensación de su trabajo. Las primeras solicitudes han sido de alrededor de 12 millonesde dólares.
Por su parte, las entidades judías consideran inconcebible que millones de dólares sean pagados a los abogados, en detrimento de las víctimas. “Nadie debe sacar beneficio del Holocausto”, advirtió Elan Steinberg, director ejecutivo del Congreso Judío Mundial (CJM), una de las principales organizaciones implicadas en el caso. "Hemos dicho desde el inicio que ningún abogado debía trabajar en este asunto si no es por el bien público", agregó.
Recientemente, la asociación norteamericana de sobrevivientes judíos del Holocausto aseguró que "si aceptamos el principio de un reembolso de los gastos de los abogados, el otorgamiento de los honorarios es simplemente incomprensible (...) tomando en cuenta que eso vendría de los bienes que nos fueron robados". Algunos abogados aseguran que no pueden trabajar gratuitamente y señalan que las sumas que reclaman corresponden apenas a una pequeña parte de lo que deberían obtener.
Morris Ratner, miembro de un bufete de Nueva York, aseguró en una entrevista a diario Wall Street que "no podríamos sobrevivir si renunciamos a los honorarios cada vez que representamos alguna causa emocionalmente fuerte".