Un total de 55 puntos de venta en la Capital Federal que comercializaban cigarrillos extranjeros ingresados ilegalmente al país, fueron inspeccionados hoy en un operativo conjunto de la Policía Federal y la AFIP , procediéndose al secuestro de 13.000 atados de diversas marcas.
El operativo se suma a uno anterior del mismo juzgado donde se allanó un depósito de la zona de Bella Vista donde se secuestraron 300.000 atados de la marquilla "Premier", de Colombia.
Como consecuencia de este amplio operativo de control, se descuenta que el juez disponga nuevas medidas que permitan avanzar con la investigación, pero esta vez, poniendo bajo la lupa a las organizaciones de distribuidores de estas mercaderías, ya que se considera que los procedimientos realizados sólo representan “la punta del ovillo” en el sistema de comercialización ilegal.
Fuentes de la investigación indicaban que en el ámbito capitalino los controles deben iniciarse siempre por los ”puntos de venta”, ya que el contrabando a gran escala debe perseguirse en zonas de frontera, principalmente en la provincia de Misiones. En coincidencia con esta postura, el empresario tabacalero Jorge Vives manifestó en su oportunidad que “el contrabando nos está destruyendo el sistema de comercialización en muchas partes del país. Nos cuesta mantener a los distribuidores que operan legalmente porque el margen que deja la mercadería que ingresa de contrabando es muy grande”.
Por su parte, el presidente De la Rúa hace una semana había instruido a su gabinete para que ponga el mayor énfasis posible en la represión del contrabando, que afecta en sumas millonarias a la industria nacional por efecto de la competencia desleal . Sólo en materia de cigarrillos priva al Estado de recaudar cerca de $ 200 millones en materia de impuestos internos. Por eso, un operativo con semejante despliegue – más de 150 agentes federales en la calle-, sólo puede llevarse a cabo si hay apoyo desde el Poder Ejecutivo a la tarea del juzgado interviniente.
Contrabando de cigarrillos: el clásico de los clásicos.
El lunes pasado, De la Rúa prometía dar una batalla frontal y definitiva al contrabando. Mientras tanto, las distintas fuerzas de seguridad trataban de justificar los magros resultados que históricamente se vienen recogiendo en esa materia. Que Gendarmería y Prefectura no pueden controlar con eficiencia las fronteras, que la AFIP no cuenta con recursos técnicos, que la Policía Federal atiende conflictos mas urgentes, que la SIDE ahora buscará un perfil de protección al sistema económico, entre otros y en forma recíproca, son los argumentos que sirvieron para justificar parte de la crisis de control que padece en forma endémica el sistema de seguridad del Estado.
Pero el presidente necesita hechos y resultados. La luz roja se encendió cuando los directivos de la cámara del sector preanunciaban el cierre de una planta fabril de cigarrillos en la localidad de Goya, provincia de Corrientes. Justo Corrientes: llovido sobre mojado. Rápido de reflejos, se comprometió ante los empresarios que su gobierno va a controlar el ingreso ilegal de cigarrillos.
En ese sentido, los especialistas ya no hablan sólo de cigarrillos extranjeros sino que suman un problema adicional: el reingreso de cigarrillos nacionales que se exportan sin impuestos y que luego se venden mucho mas barato que los que se canalizan por el sistema de comercialización legal. Esto se observa en el norte del país, donde un consumidor sigue comprando su marca preferida sin importarle si tiene o no el estampillado fiscal con tal de obtenerlo a un precio menor. Este tipo de maniobra se conoce como de “round tripping” y tiene antecedentes en varios países de Europa, como Holanda y Alemania.
Por eso no resulta casual que en las primeras horas de la mañana, 150 agentes federales de distintas reparticiones del Estado (Policía, Aduana y DGI), se hallan puesto a las órdenes del juez Aguinsky para llevar adelante un operativo que generó 55 procedimientos con secuestro de cigarrillos de contrabando.