El derrame ocasionó la mortandad de miles de peces y aves, así como también la consiguiente pérdida de la fuentes de trabajo de los pescadores de la zona y la afectación ecológica y turística.
Ferrer tiene a su cargo la investigación por el derrame de gran cantidad de crudo ocurrida el 15 de enero de 1999 a raíz del choque de dos embarcaciones en el Río de la Plata, que ocasionaron un grave daño ecológico, por el cual la comuna de Magdalena reclama que se le pague un resarcimiento por 50 millones de dólares.
El ministerio de Medio Ambiente de Brasil le impuso a la empresa Pretrobras el pago de 29 millones de dólares, cifra menor a las ganancias que la firma admite obtener a diario.
El titular del ministerio José Sarney (hijo del fallecido presidente brasileño) consideró el derrame como un "crimen ambiental" y anticipó que los 29 millones de dólares estarán destinados "para paliar los daños ambientales en la bahía, incluidas indemnizaciones a los pescadores y cestas básicas, y compensaciones por la pérdida del turismo".