El juez Garzón, quien libró la orden de detención para muchos altos integrantes del último régimen militar, habría enviado a su par argentino Gustavo Literas un requerimiento, contenido en 442 folios, en los que se describen los hechos producidos, el fundamento jurídico de la solicitud cursada, la naturaleza de los delitos presuntamente cometidos, (genocidio, terrorismo y torturas), y una lista identificando a las personas a detener.
Sin embargo, la INTERPOL le remitió al magistrado argentino un resumen de cuatro carillas, conteniendo las órdenes de capturas. Estos datos fueron considerados insuficientes por parte de la Justicia Argentina, quien requirió una serie de precisiones al magistrado español.
Ante esta nueva requisitoria, el juzgado de Literas, durante la feria a cargo de su colega Claudio Bonadío, volvió a recibir las cuatro carillas que contenían la síntesis del organismo de seguridad internacional.
A todo esto, el magistrado europeo asegura que "dio curso completo a las órdenes de captura".Por su parte, el gobierno nacional se opone al juzgamiento de los militares argentinos fuera del territorio nacional.
En una entrevista que mantuvo en Estocolmo con el padre de la desaparecida sueca Dagmar Hagelin, el presidente Fernando de la Rúa se comprometió a profundizar la búsqueda de archivos sobre el destino de los desaparecidos, en clara alusión a las causas que se tramitan en distintas Cámaras Federales y en las que se invoca el “derecho a la verdad” por parte de los familiares de los mismos.
Varios integrantes del último gobierno militar, entre los que se cuentan Videla, Massera, Bignone, Nicolaides y Francos, se encuentran detenidos en causas referidas a la sustracción y supresión de identidad de criaturas nacidas en cautiverio.
En tanto, el Juez Literas se reintegrará a sus tareas el martes próximo.