«Queremos asegurarnos de que cualquier decisión relacionada con el estado de salud de Augusto Pinochet se toma de acuerdo con los criterios internacionales de justicia y sin interferencia política», aseguró ayer AI en un comunicado.
AI explicó que su iniciativa pretende «complementar» la acción emprendida por Bélgica el lunes pasado, después de que un juez del Alto Tribunal de Londres, Maurice Kay, denegara tanto al Gobierno belga como a los grupos pro derechos humanos el permiso para apelar contra las últimas actuaciones de Straw.
El juez Kay dictaminó que ninguno de los demandantes estaba legitimado para intervenir en un proceso de extradición que sólo concierne al Reino Unido y España y aseguró que el titular del Interior actuó de forma «legal, justa y racional» al negarse a desvelar los detalles del informe elaborado por los cuatro médicos que examinaron al ex dictador el pasado 5 de enero.
El magistrado aseguró que los argumentos del abogado del Ministerio del Interior, Jonathan Sumption, eran «formidables» y la propia sentencia del juez fue tan rotunda que las nuevas peticiones de Bélgica y del grupo encabezado por AI parecen condenadas al fracaso.
Las solicitudes serán atendidas el próximo lunes por el Lord Justice Simon Brown y otros dos magistrados en la Divisional Court del Alto Tribunal.
En función de lo que duró la vista ante Maurice Kay, se calcula que ésta no se prolongará más de un día y medio o dos días. Lo normal es que el fallo no sea anunciado inmediatamente, así es que la involuntaria estancia de Pinochet en Londres se alargará al menos hasta finales de la próxima semana.
AI prefirió no especular sobre posteriores acciones si la Divisional Court rechaza de nuevo sus demandas. «Cada cosa a su tiempo», declaró un portavoz de la organización.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de España, Abel Matutes, insistió ayer en que, si España hubiera recurrido la anunciada decisión del Gobierno británico de no conceder la extradición de Augusto Pinochet, habría sido «una forma gratuita de hacer el ridículo y de deteriorar las relaciones con Chile y con toda Iberoamérica».
A su vez, el Tribunal Supremo de España avaló ayer las actuaciones de Matutes en el caso Pinochet al señalar en una resolución que «se ha abandonado la esfera judicial» del procedimiento de extradición para entrar en la «fase administrativa». De esta manera, el máximo tribunal desestimó dos querellas presentadas contra el ministro por supuestos delitos de omisión de auxilio y desobediencia a la Justicia, al no ordenar recurrir una eventual decisión del ministro del Interior británico de rechazar la extradición de Pinochet.