Se ha convertido el diputado radical Carlos Maestro en la estrategia de defensa del juez Carlos Liporaci ante el Consejo de la Magistratura. Es que el ex gobernador del Chubut que reemplaza en esas funciones a Melchor Cruchaga –actual secretario de Justicia-tiene en sus manos la posibilidad de impulsar la destitución del juez federal acusado de supuesto enriquecimiento ilícito o cortar la acusación en la misma Comisión de Acusación y evitar su pase al plenario. Hasta este fín de semana el cuadro de situación en esa comisión es la siguiente: los consejeros Pablo Fernandez ( diputado del Frepaso) y Juan Mario Gersenobitz y Angel Fermín Garrote (representantes de los colegios de Abogados) se han inclinado por la suspensión del juez. Por su lado, Maria Lelia Chaya –diputada del PJ salteño y vinculada al gobernador Juan Carlos Romero- y Miguel Picheto –este último con reservas porque disputa con el senador Remo Costanzo la reelección en Río Negro- apoyan a Liporaci. Si Maestro vota en contra del juez, el caso está cerrado, pero si lo hace a favor, la situación se coloca tres a tres porque el septimo integrante de la comisión –senador Augusto Alasino- se excusó de intervenir y no se le nombró suplente. En ese caso debe desempatar Chaya por su condición de flamante presidente del cuerpo. Esta es la carta que se juega Liporaci y el mismo Gobierno, quien alienta la esperanza de que Liporaci –ya sin la causa- renuncie pronto.
hugo morales / dju
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