En el primer contacto desde su asunción al frente de la cartera de Justicia con el juez que investiga los hechos ocurridos el 18 de julio de 1994, en la sede de la mutual judía de Pasteur 633, Gil Lavedra evaluó como positiva la inminente elevación a la instancia oral del un tramo de la causa, conocido como de "las Brigadas", en la que están involucrados policías bonaerenses y el reducidor de automóviles robados Carlos Alberto Telleldín.
En ese sentido, el funcionario especuló con la posibilidad que en la instancia oral salgan a la luz algunos puntos oscuros sobre cómo ocurrió el ataque terrorista. Es que las pistas de la camioneta utilizada como coche bomba se siguen hasta el 10 de julio, cuando quedó en una playa de estacionamiento hasta el día del atentado.
Pese a no haberse mencionado, existe la expectativa que antes de esa instancia se quiebre el "pacto de silencio" de los imputados.
Pese a que el ministro llevaba entre sus papeles el borrador de la creación de una comisión de fiscales que colaboren con Eamon Mullen y José Barbaccia, durante el encuentro se barajó "sacarle el jugo" a las investigaciones paralelas que se generaron a partir de la causa AMIA, mediante la " tarea unificada y coordinada por la Procuración General", a cargo de Carlos Becerra.
Así lo confiaron a Diario Judicial fuentes cercanas a la causa, quienes confirmaron los dichos de Gil Lavedra a la salida de los tribunales de Retiro, en el sentido que la creación de esa comisión de fiscales "para nada" había sido descartada, pero precisaron que se había puesto el acento en la profundización de esas otras causas paralelas.
Los voceros mencionaron entre otras, la causa por el acopio de armas en la que se encontraban involucrados ex militares "carapintadas"; otra que instruye el juez Mariano Bergés, por el delito de asociación ilícita, y otros expedientes que por el presunto "enriquecimiento ilícito" de los policías bonaerenses imputados en la causa AMIA se sigue en distintos juzgados de la provincia de Buenos Aires.
Gil Lavedra escucho de Galeano el pedido para que desde el gobierno "puedan dar apoyo concreto desde distintas áreas de su incumbencia", en particular desde la Cancillería, impulsando los exhortos internacionales librados a distintos países por el juez que aún no han tenido una respuesta satisfactoria.
También se planteo la necesidad que la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) profundice en el "seguimiento de las pistas internacionales y brinde su apoyo para establecer conexiones con otras fuerzas extranjeras de inteligencia" que puedan colaborar con ese punto oscuro de la cuestión, ya que la pista más firme está dirigida al accionar del Hezbollah libanés, con el apoyo de Iran, como responsable de la autoría intelectual y material del ataque terrorista en el que murieron 86 personas y resultaron heridas mas de 200.
Al retirarse de los Tribunales, Gil Lavedra dijo que el "gobierno comprometió todo su empeño para que se pueda progresar en el esclarecimiento del atentado", refrendando así la posición del presidente Fernando de la Rúa durante su entrevista con dirigentes judíos en su última gira por Europa.
Por otra parte, los voceros confiaron que durante el encuentro, el juez Galeano defendió enfáticamente lo actuado hasta el momento en la investigación, y recordó que al menos siete meses antes de que ocurriera el crimen del reportero gráfico José Luis Cabezas, en Pinamar, su juzgado ya había puesto en la lupa a la "Maldita Policía", tal como se dio en llamar a un sector de la bonaerense, y en alusión a quienes habrían entorpecido la primer etapa de la investigación.
Por último los voceros resaltaron la importancia de la aprobación de la "Ley del Arrepentido" que se concretaría mañana en el Senado, y más aún en vísperas de la elevación a juicio oral de este tramo de la causa.