Galeano allanó el viernes último la vivienda del detenido y, según lo reconoció el fiscal adjunto de la causa, José Barbaccia, se encontraron "elementos de interés" para la investigación, que hoy continuaban siendo analizados.
A menos de una semana de la entrevista en que el ministro de Justicia Ricardo Gil Lavedra prometió el apoyo oficial para avanzar en la causa AMIA, la detención de un sospechoso sirio y el posterior allanamiento de su vivienda evidenciaban los primeros indicios del nuevo impulso que se pretende imprimir a la causa por el atentado terrorista.
Kanoore Edul ya había declarado en la causa, en relación con un llamado que recibió desde un teléfono celular de su propiedad, el vendedor de automóviles robados Carlos Alberto Telleldín, quien está detenido y a punto de ser juzgado por haber entregado la camioneta utilizada para el ataque terrorista.
La llamada fue registrada el 10 de julio de 1994, ocho días antes del atentado y cuatro días previos a que camioneta fuera estacionada en la playa "Jet Parking", desde donde partió para estrellarse contra el frente del edificio de la calle Pasteur.
Kanoore Edul, durante la indagatoria, había negado ser el autor de la llamada, la que atribuyó al chofer de su automóvil, quien al declarar negó ese hecho.
Pese a que los investigadores relativizaron el origen del detenido, todo parecería indicar que este sería el inicio de una nueva línea investigativa tendiente a vincular al grupo terrorista libanés Hezbolah, el principal imputado por la autoría material e intelectual del atentado con ese país, Siria, ya que hasta el momento la teoría mas firme sólo relaciona el grupo con Iran.
Ahora, Kanoore Edul fue detenido por el juez Literas a raíz de un incidente que protagonizó en un supermercado donde pretendió pagar con una tarjeta de crédito falsa, y se lo investiga por falsificador, con posibilidades de ser excarcelado. Pero se descuenta que Literas no lo va a hacer hasta tanto Galeano adopte una decisión.
Durante su indagatoria el sirio se encontró con una cara conocida: la del fiscal federal José Barbaccia, el mismo que investiga en la causa de la AMIA.
Galeano, ahora, tiene interés en saber por que razón, con posterioridad y en declaraciones periodísticas, aseguró que el lo había llamado a Telleldín porque le habían robado el auto.
El auto se lo robaron pero días después del atentado, según consta en la causa.
Galeano allanó el domicilio de Kanoore Edul y según los informes preliminares de la policía (interviene la DUIA) se encontraron elementos de interés para la investigación.
El hecho de que la detención cobrara estado público, reveló que Galeano había ordenado la intervención de las líneas telefónicas del sirio y que a partir de allí existen elementos que revelarían sus actividades como estafador, y además las vinculaciones que tendría con oficiales de la policía Bonaerense.