El documento fue presentado a la prensa por el diputado socialista Arnaud Montebourg, quien aseguró que Suiza sigue siendo, "más que nunca", el país "de la fiducia, la plaza financiera de referencia para los profesionales de la gestión de fondos por cuenta de otros". "Sobre el efecto conjugado del secreto bancario, de una fiscalidad preferencial concedida a los no residentes, de la multiplicidad de estructuras y servicios financieros que escapan a toda forma de control o de supervisión, Suiza, inevitablemente, acoge en su suelo no sólo a los que tratan de huir de los impuestos, sino a todos los criminales deseosos de emplazar sus haberes y de hacerlos respetables".
El mismo parlamentario aseguró que hay "suficientes elementos" para denunciar judicialmente a una filial francesa de la Banca Cantonal de Ginebra por "métodos fraudulentos".