Caplan escribió al Ministerio de Interior británico para solicitar que se investigue cómo se produjo la filtración a la prensa española y preguntar qué acciones tiene previsto emprender. A su vez, el Ministerio que dirige Jack Straw ha solicitado información, a través de la Fiscalía de la Corona, a las autoridades españolas sobre la filtración del citado informe.
Mientras tanto, la publicación íntegra del documento médico suscitó la indignación, en Chile, entre los círculos cercanos a Pinochet.
Por su parte, en España, la oposición responsabilizó al Gobierno, y en concreto al titular de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, de la publicación, en los diarios EL MUNDO y Abc, del texto íntegro del documento redactado por los médicos que examinaron al ex dictador chileno en Londres el pasado 5 de enero y que, el martes por la tarde fue remitido confidencialmente, previa sentencia del Alto Tribunal de Londres, a los gobiernos de España, Bélgica, Suiza y Francia.
El documento fue recibido, pasadas las 19.30 horas, en la Secretaría General del Ministerio de Asuntos Exteriores desde donde se envió una copia, en torno a las 20.30 horas, al juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, quien, a su vez, encargó que se hiciera una fotocopia del mismo para que fuera entregada a un traductor de inglés.
No obstante, el propio canciller chileno, Juan Gabriel Valdés, que ayer se encontraba en Roma, se mostró convencido de que la filtración no había procedido del Gobierno de Madrid.
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