De acuerdo con la denuncia de Greenpeace, la patente con el número EP 695 351, registrada en diciembre pasado a favor de la Universidad de Edimburgo en Escocia, "permite la extracción de células de embriones, poder modificar sus estructuras genéticas y construir, a partir de las manipulaciones realizadas, determinados organismos y seres". Como se ve, en la patente no se excluye explícitamente la posibilidad de clonar seres humanos.
La decisión de la Oficina de Patentes viola las directrices generales de la Unión Europea, que expresamente prohíbe la reproducción humana por medio de la clonación, prohibición que se extiende a “patentar embriones humanos con fines industriales o comerciales".
"La modificación de las células humanas se caracteriza por la posibilidad de que las células manipuladas implantadas puedan ser heredadas por generaciones futuras", señala el documento de Greenpeace, en el que se anuncia una campaña para que la Unión Europea dé marcha atrás en esta decisión. La organización ecologista espera la ayuda de iglesias, científicos y políticos en esta campaña.
El experto en genética de Greenpeace en Alemania, Cristoph Ten, señala que la universidad escocesa ha firmado un contrato en exclusiva para el proyecto genético con la empresa australiana Stem Cell Sciences (SCS), que está especializada en "la cría de células humanas elementales, que pueden ser modificadas genéticamente para la producción de organismos vitales del ser humano o de embriones humanos".
La empresa SCS trabaja, asimismo, con la empresa estadounidense Bio Transplant, un socio de Novartis, el consorcio líder del sector.
La Patente Europea se rige por el Convenio de Munich . este convenio permite otorgar una patente valida para Austria, Bélgica, Chipre, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Liechtenstein, Luxemburgo, Mónaco, Países Bajos, Portugal, España, Suecia, Suiza y el Reino Unido. Además, las patentes Europeas pueden extenderse a Albania, Latvia, Lituania, Rumania y Eslovenia.