y canapés adornaron el pasado lunes 22, el lanzamiento del libro del suspendido juez Guillermo Tiscornia en un hotel de la calle Maipú . Unas 80 personas -aunque poca familia judicial debido al proceso de enjuciamiento que está atravesando el, por ahora, juez en lo Penal Económico, solo se vio a Julio Speroni, Julio Cruciani, Raul Plee , el ex juez Alberto Piotti y muchos abogados- se dieron cita para presenciar el festejo editorial, cuyos costos corrieron por cuenta de su padre. Tiscornia pretende con su libro trasladar su estrategia de defensa ante el Senado a la comprensión ciudadana, especialmente de sus pares, en la que denuncia ser víctima de una supuesta conspiración política para favorecer los negocios en la Aduana, a la que considera un nido de corrupción. Pero para demostrar tamaña acusación deberá esforzarse porque el libro en sí no cuenta con una gran infraestructura editorial y la promoción es casi nula - sólo la que hicieron algunos medios - pero la gran prensa estuvo ausente y tampoco existe un plan publicitario de escala. Es interesante desde el punto de vista de la denuncia de un magistrado aunque su lectura suele hacerse extensa por el estilo -se asemeja mucho a la forma judicial- y por el tipo pequeño de letra utilizado. De todos modos, no deja de llamar la atención el silencio que guardan muchos sectores sobre las denuncias de Tiscornia.
hugo morales / dju
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